A ustedes corresponde encuadrar a los dos personajes
públicos en el lugar que estimen menester. A mi modesto entender, es mero
ejemplo, yo no los encasillaría en las tercera y cuarta por razones más que
obvias. Como lo de estimado viene sujeto a demasiadas consideraciones,
dejémoslos en conocidos por el público en general. Sin más.
El obispo (¿va con mayúscula?), después de no sujetarse la
lengua en una entrevista que le realizó Pepe Moreno para la Televisión
Autonómica, se fue a Roma a visitar al superior jerárquico. El que ejerce como
tal, porque al pastor alemán (así me lo definió un cura amigo cuando ambos
estábamos en activo) lo tienen encerrado. Pues bien, Francisco animó hace unos
días a los palmeros a “no bajar los brazos”, tras la catástrofe volcánica en el
Valle de Aridane. Me imagino que estará al tanto de la procedencia del que rige
la diócesis en la provincia occidental. Porque bien pudo aprovechar la
disertación anterior y añadirle a don Bernardo que se contuviera en los excesos
verbales. O dar un moquete en la mesa y cesarlo ipso facto.
O debe estarle jugando el subconsciente unas malas jugadas o
algún trauma inconfesable le hace al ínclito religioso patinar en exceso cada
vez que trata temas delicados. Supuestamente para él, ya que el resto de
mortales los encuadra dentro de la más absoluta normalidad. Y si entiende que
con un simple comunicado, en el que expresa sus disculpas por haberse
comprendido mal su perorata, es suficiente para el borrón y cuenta nueva, está
muy errado (sin hache, aunque con creces se la merezca). Da la impresión de que
arriba somos nosotros los culpables por no haber sido capaces de traducir el
contenido de su mensaje. Otra suigéneris manera de darle la vuelta al onus probandi (carga de la prueba). Amén
de la original calificación de lo que es pecado mortal. Debe este religioso ser
heredero directo de aquellos de sotana de años idos (o eso creía) que te
avasallaban a preguntas durante la confesión ‘obligatoria’ de los ejercicios
espirituales previos a la semana santa (¿va con mayúscula?) con las supuestas
infracciones al sexto mandamiento (puros y castos en pensamientos, palabras y
obras). ¿Dónde habrá más ejemplos de patentes desvíos en la comisión de…? Y lo
dejo.
Estrena Manuel Domínguez nuevo cargo. Ya es el jefe de toda
la tropa popular canaria. En el reciente congreso regional se han hinchado de
vender el municipalismo. Y todo lo que van a acometer, mucho y bien, irá,
pienso yo, en detrimento de la gestión de su antecesora. Australia, no solo ya
abandonada por Djokovic –es broma–, sino puesta en entredicho por los suyos
propios. Porque los piropos de Poli (el segundo de a bordo) acerca de la
maravillosa trayectoria del partido de ahora en adelante, supone serio varapalo
a lo realizado por Navarro en la etapa precedente. Y muy inadecuada la alusión
a la experiencia en la gestión municipal porque si de algo ha adolecido
Domínguez es, precisamente, el abandono de Los Realejos por mor de apetencias
de superior rango.
Ahora, que pasará a ser accionista principal de Binter,
¿seguirá viniendo solamente a la sesión de fotos? Pues por muy autosuficiente
que se juzgue, más de un caldero se le va a tiznar. Y le propongo, desde ya,
que sea valiente y encabece la candidatura regional. Pues si se han inventado
toda esta parafernalia para justificar el incremento hasta 70 diputados en el
parlamento, qué menos que demandar a los aspirantes a la presidencia del
Gobierno que se presenten por la circunscripción que engloba a todo el archipiélago.
Me apuesto los 50 céntimos a que no es capaz, como ya hicieron otros candidatos
en las elecciones anteriores. Con lo que vienen a demostrar un mucho de miedo a
quedar retratados y el escaso convencimiento al hecho de nacionalidad, que
recoge nuestro Estatuto.
Saben ustedes que los líderes, cuando suben a la tribuna,
tienen detrás una pandilla de jóvenes palmeros (no, de la Palma no, de los que
dan palmas a la señal convenida). Y como Pablo Casado sigue con la matraquilla
animal y en querer adelantar a Vox por la mismísima derecha, eché en falta que
Manolo no llevara unas cuantas yuntas de vacas, subvencionadas en su campaña realejera
de ‘ganadería eficiente’, que sirvieran de telón de fondo en las intervenciones
del acto de clausura. Es una pena que el pueblo más fiestero de España no hubiese
estado presente en la romería popular con esa selecta muestra. Ni le habrían
rechistado. Mejor, no habrían dicho ni mu.
Ya está. Mañana más.
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