Debo reconocer la habilidad del grupo de gobierno para
vendernos hasta lo que dejan de hacer. Son capaces de convencer al electorado
con fotos, poses y besitos (volados por ahora). E indicarnos en las redes
sociales que tenían previsto llevar a cabo tal o cual acción, pero que no se
realizó por cualquier motivo (si se puede culpar a un agente externo, miel
sobre hojuelas), y nosotros aplaudimos a rabiar por lo bien que nos echan los
polvitos mágicos.
Pues sí, estimados amigos, se convocaron subvenciones en semillas y en alimentación animal, ayudas
al cereal, a la eficiencia en explotaciones agrarias y a mejoras en
explotaciones ganaderas. “Lo que supone –palabras de nuestro cada vez más
ausente– la mayor inversión hecha por esta administración local hasta la fecha
hacia este sector con el fin de ofrecer distintas herramientas para el fomento
y la recuperación económica en las labores agrarias y ganaderas”.
Es decir, con un poco más de la mitad del sueldo que nos
supone el mantenimiento de un Jefe de Seguridad, cuya labor sigue en
entredicho, hemos sido capaces de contentar a todo el ganado del municipio,
amén de coadyuvar a la potenciación de un sector económico llamado a ser motor
del progreso de la Villa de Viera. Por fin vamos a poner en práctica los sabios
consejos del insigne polígrafo, a tenor de lo bien que pinta el asunto para
Manuel Domínguez. Lo mismo recaló por estos lares tras un tiempo fuera
promocionándose en la vida orgánica popular y contempló atónito cómo crecían
las hierbas, sin percatarse de que podía ser debido a una ligera llovizna en
días anteriores.
Y en un instante de encendido fugaz de bombilla, adelantó:
“Ya los presupuestos de 2022 consolidarán estos importes y se sumarán otros
5.000 euros más para una nueva línea de subvenciones en la que se está
trabajando para fomentar a su vez la recuperación de terrenos abandonados, por
lo que el montante en ayudas al sector primario ascenderá en el próximo
ejercicio a 55.400 euros”.
Y recordé las iniciativas de Casimiro en mi Gomera del alma
encaminadas a recuperar los bancales. Con similar táctica populista (¿o
populachera?), pero con resultados altamente negativos, porque todo sigue
igual. Que interesa sobremanera para dar pie a nuevas inyecciones dinerarias.
Vamos, a botar los euros con el mantenimiento de los votos cautivos a través de
contratos laborales del chaleco amarillo y el bocadillo de las diez de la
mañana.
“La conservación del paisaje rural de Los Realejos pasa por
una apuesta decidida por mantener y propiciar las producciones agrarias,
conservadoras a su vez de productos locales de referencia en la huerta canaria
como nuestras papas antiguas que este 2022 cumplen 400 años en suelo realejero,
nuestras variedades de cereal, o distintos frutales de fácil adaptación a
nuestras condiciones, como puede ser el aguacate, en creciente expansión”,
indica el alcalde. Eché en falta una foto con la guataca en la mano. O con una
piña al hombro portando una camiseta con un charrán serigrafiado y llena de
manchas de platanera. Vamos, que la del palmero con cenizas hasta en los ojos,
mera anécdota al lado de la de mi Manolo.
Alexis Hernández, concejal de Desarrollo Rural, cita que
“del mismo modo se han mantenido por importe de 9.600 euros las subvenciones
anuales a la incorporación de proyectos de modernización y eficiencia
energética en explotaciones agrarias de Los Realejos, a las que se han sumado
este año las ayudas por importe de 23.000 euros a mejoras en explotaciones
ganaderas”. Ya verán ustedes que en cuanto el bicho permita abrir la veda, en
la próxima feria de ganado de las fiestas de mayo, todas las vacas serán
producto local.
Y añadió: “Esto demuestra cómo en estos últimos años hemos
puesto en valor también la parte del sector primario que contaba con menos
apoyo institucional, como es la ganadería, pues hemos conocido más de cerca y
tratado de atender las demandas de quienes se dedican a este ámbito de manera
profesional”.
Me alegro de que los gabinetes de prensa sigan funcionando
tan bien y pongan en boca de nuestros representantes expresiones que chocan con
intervenciones en directo. Admirado quedo de que siga el concejal conociendo
más de cerca a los cuadrúpedos. Suelen ser más dóciles que los bípedos. Aunque
un buen amigo tendría a punto su particular visión con su clásico ‘pos, qué quiere que le diga’.
Concluyo con que cualquier análisis comparativo, no ya con
el salario de cualquier concejal liberado, o de un cargo de libre designación,
sino de las consignaciones que cada edil dispone en su departamento o servicio
para difusiones publicitarias, provocaría un sonrojo sin igual. Pero juegan
ustedes con la ventaja de que disquisiciones de tal porte no inciden lo más mínimo
en las campañas electorales, en las que priman factores más banales.
Protestaremos porque nos incrementan el precio de la luz, de la gasolina o de los
alimentos, pero jamás dolerán los dineros públicos despilfarrados. Y mientras
no se tome conciencia de ello, tranquilidad absoluta en los escrutinios.
Porque, para mayor suerte, el resto del espectro político lleva casi tres años
perdido. Así se las ponían a ¿Fernando VII o Felipe II?
Bueno, hasta mañana. Y ya tenemos un tercio de la cuesta de
enero superada.
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