Me levanté temprano. Y te preguntarás qué necesidad tengo yo
de sacrificios tales. Pues sí. El coche, que cumple ahora quince años –por
supuesto que ya no debo nada a los bancos por el Terracán– debía pasar la
pertinente revisión en la ITV. Me fui para La Gañanía –no, la vacunación es en
otra calle, en la sede del Recinto ‘Imperial’, que decía cierta conocida– y
cuando llegué, a las ocho de la mañana, ya había cola. Menos mal que cuando el
operario de rigor abrió la puerta de la oficina, preguntó quiénes tenían cita
previa concertada y como era yo uno de ellos (solo tres del amplio grupo), pude
despachar rápido el trámite. Hasta ahora (toco madera) no ha tenido el fotingo
contratiempo alguno al respecto. Además, iba presumiendo de zapatos delanteros
nuevos y solo le faltaba tocar la pita él solo. Vamos, como si fuera de La
Leti. Qué monárquico. Gracias, tocayo Farráis, por la bobería. Nosotros somos
así.
Tras el desayuno –y las pastillas para la tensión– y
observando que el tiempo atmosférico no estaba para demasiados trotes por la calor,
me dio por sumergirme en las hemerotecas de las dos universidades canarias. La
tranquilidad de hacerlo desde casa no tiene precio. Tendré que indagar en La
Orotava, pues en su Biblioteca Municipal existe una buena colección de
publicaciones periodísticas y deben hallarse ya digitalizadas. Como el Casino
de La Dehesa (o Las Dehesas), la Sociedad Valle de Taoro, cumple el 8 de abril
de 2022 su primer centenario, siempre es bonito recordar pasajes de años idos.
De cuando Florencio Sosa, Sabas Pérez Correa y tantos otros dieron lustre a
este barrio portuense y la prensa de la época reflejó en sus páginas las
actividades llevadas a cabo por aquel entusiasta grupo de deheseros.
Como ya no tengo chicos que atender –mi mujer y yo no
estamos ya por la labor, ni faltita
que nos está haciendo– me paso las horas delante de la pantalla del ordenador
en la tarea que denomino “buscando boberías”. Y algunas curiosidades guardo en
un carpeta que titulé Varios periodísticos, dentro de la cual se puede uno
tropezar con aconteceres habidos en los pueblos del Valle (también de San Juan
de la Rambla), reseñas de algunos personajes y, en fin, averiguaciones que te
reconfortan el espíritu.
A las once, el cortado. ¿Costumbre? ¿Vicio? Lo que quieras,
pero es norma de obligado cumplimiento. Luego, entre pitos y flautas, la una y
media. A comer. ¿Siesta? Siempre. Después puse en orden algunos recortes de la década
de los años veinte del pasado siglo. Me llamó la atención la crónica de una interesante
velada en el Casino antes mencionado, de mayo de 1928, que en nada debe envidiar
cualquier evento de ahora mismo. O la visita del Obispo de Tenerife, Fray Albino,
al barrio de Las Dehesas en marzo de 1926: “El ilustre dominico con sus albas
vestiduras caminaba sonriente entre la multitud, cual Jesús en otros tiempos, y
con una sencillez y dulcedumbre que pasma, departe amablemente con todos: hombres,
mujeres y niños”.
Miro el reloj y casi las cinco de la tarde. Ponerme una ropa
más decente y para San Juan de la Rambla. Allí, en su Centro Cultural, tenía
lugar el acto solemne del nombramiento como Cronista Oficial de aquella Villa,
cargo que ocupará el amigo Pedro Ángel Gómez Barreto, cuya semblanza bien glosara
el también amigo Salvador García Llanos. Ejerce de maestra de ceremonias María
del Pino Fuentes, quien días antes había llevado a cabo idéntico cometido en la
presentación de El Legado en la Casa de la Cultura de Los Realejos. Vamos, que
vino a servir de auxilio (¿ socorro?) a quien la prologara, Fidela Velázquez,
por las razones, lo espero, esgrima la concejala realejera en la sesión
plenaria de este mes de mayo (próximo jueves). ¿Cómo que no lo sabías? Que sí,
vetaron su presencia. ¿Mala educación? Ojalá fuera solo eso. Censura en toda
regla en pleno siglo XXI. ¿Y no dimite siquiera por decoro y prestigio de la
política? No me hagas reír.
Pedro lo hará bien. Llevará con dignidad y orgullo su
cometido. Porque es un currante. Y cuando a ello se une su infinito amor por
cada rincón ramblero, tendremos en él un excelente mecenas de un legado
histórico de incalculable valor. El acuerdo unánime habido (sesión plenaria del
ayuntamiento) pone de manifiesto, de manera bien significativa, que la
designación de su persona, para un cometido de tan alto honor, ha sido correcta,
pertinente y adecuada.
Como algún vínculo tengo también con ese noble pueblo, sepa
usted, estimado amigo, que si en algo puede este viejito echar una mano, cuente
con ella. Déjeme libre la otra aunque sea para agarrarme por si doy algún
traspiés. En fin, reitero mi enhorabuena y feliz inicio de la travesía. Si de
sus logros puedo ser testigo, doblemente satisfecho.
Para finiquitar el sábado, tuve que volver por San José e Icod
el Alto. La cola que había en la autovía no era ni normal. Otra razón más para
sumar a esa reivindicación de que el tramo pendiente (El Castillo-Las Aguas) es
asunto mucho más que urgente. ¿O no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario