El 21 de febrero de 1901 se lleva a cabo la primera prueba
para comprobar el funcionamiento del tranvía: desde La Cuesta hasta el muelle
santacrucero y luego hasta La Laguna (junto a La Concepción). En los días
previos se había hospedado en el Hotel Taoro el monarca belga, Leopoldo, quien
se interesó por el proyecto del citado medio de transporte, ya que la empresa
que lo iba explotar era de Bélgica. Se inaugura oficialmente el 7 de abril.
En 1904 el tranvía llegará hasta Tacoronte. Se abre entonces
la posibilidad de que la línea se pudiese ampliar hasta el Valle de la Orotava.
Pero el sueño venía de años atrás, casi desde el nacimiento del primer tramo
que se puso en marcha. Hubo varios intentos, pero ninguno fructificó. Incluso,
tras su creación en 1912 y su constitución al año siguiente, el Cabildo de
Tenerife aprobó autorizaciones para el estudio y posible concesión de nuevas
vías. Pero otros intereses ahogaban las propuestas.
Así, hace hoy exactamente 120 años, en Diario de Tenerife, periódico de intereses generales, noticias y
anuncios, el 13 de diciembre de 1901 (viernes), y en sus páginas 2 y 3, se
incluía la siguiente información:
“Red de tranvías
En la sesión del 30 se leyó una proposición de ley para
otorgarla concesión de un tranvía eléctrico de la Laguna á Tacoronte. El Sr.
Marqués de Villasegura* [el octavo después de la creación del marquesado por
Felipe V] la apoyó, y entre otras cosas dijo lo siguiente:
Esta red que la indicada Sociedad trata de llevar á cabo,
contando con el concurso de los hijos del país y de los capitalistas isleños, á
quienes al efecto ha invitado, llegará por el Norte hasta Icod, con un ramal al
Puerto de la Cruz, teniendo necesidad de dividir la sección de San Cristóbal de
la Laguna á Icod en tres partes: la primera, al pueblo de Tacoronte, que es
objeto de esta proposición de ley, y la segunda, desde este punto á la Orotava,
por las dificultades técnicas que ofrece el trazado del proyecto en la parte
del Barranco Hondo, comprendida entre Tacoronte y la Orotava; pues en esta
parte del camino forma la carretera, que es de tercer orden, tales zis-zas, y
fué tan erróneamente calculado el estudio de esta carretera en el indicado
punto, que se hace imposible que el tranvía pueda vencer estos defectos de
construcción; y como ya esta aprobado un proyecto de puente de hierro que evita
esos inconvenientes y economiza mucho camino y grandes dispendios, la Sociedad
belga ha interesado la pronta terminación del expediente del citado puente,
devuelto a la jefatura de Obras públicas de Canarias, y del que hace tiempo me
vengo ocupando para presentar los estudios á la aprobación superior aunque
estos están ya hechos, circulando el tranvía por el indicado puente; y si no se
han presentado hasta la Orotava, que es en realidad la distancia que compone la
segunda sección, es porque la Dirección general de Obras públicas no aprueba
ningún proyecto de trazados para obras que no estén completamente terminadas.
La Sociedad espera la terminación del puente para presentar
su proyecto, y desea también extender su beneficiosa acción por la parte Sur de
la isla, una vez terminada la sección del Norte, pues empezaría sin pérdida de
tiempo los estudios de la parte Sur de la isla que comprenden de Santa Cruz de
Tenerife á Candelaria, Arafo y Güimar.
Bien quisiera que tales mejoras las realizasen los capitales
españoles y más aún los isleños; pero ya que no contamos con el espíritu de
asociación ni con los grandes capitales que para tales empresas se necesitan,
me veo obligado, en bien de los intereses regionales que represento, á ofrecer
á Compañías extranjeras todas mis simpatías y apoyo moral; pero si al llegar el
momento de la subasta del proyecto en cuestión los capitalistas canarios
ofrecen garantías de que los trabajos se llevarán á cabo pronto y bien, ahí
entonces mis simpatías estarán de parte de los míos; y rogaría á la Sociedad
belga que desistiese de su empresa; pero si sucede lo contrario, seguiré mi
tema en este asunto, como en todo lo que se relacione con los progresos
materiales que ambiciono para mi querido peñasco; si San Miguel quiere, que haga
el milagro; si no, que lo haga el diablo; pero que el milagro se haga.
Leída por segunda vez la proposición fué tomada en
consideración, anunciándose que pasaba á las Secciones para nombramiento de
Comisión”.
*Imeldo Serís-Granier y Blanco (1848-1904). Y por si te
apetece más información, pincha en este enlace: https://es.wikipedia.org/wiki/Imeldo_Serís
Diario de Tenerife tenía la redacción en la calle San
Francisco y era su director don Patricio Estévanez, usuario del citado tranvía
hasta el barrio de Gracia, lugar de la residencia familiar de los Estévanez,
donde se hallaba sembrado el almendro que inspiró a su hermano Nicolás: Mi
patria no es el mundo; / mi patria no es Europa; / mi patria es de un almendro
/ la dulce, fresca, inolvidable sombra. Ya maduraba por ese entonces don Patricio
la idea de crear la Asociación de la Prensa, hecho que se plasma de manera
definitiva cuando la correspondiente autoridad gubernativa la autoriza en
noviembre de 1902. Pero de este particular sabe mucho más el maestro y amigo
Salvador García.
Como el PP realejero aún no me ha vetado, porque tiene
entretenimiento con el muro de El Monasterio (La Montaña), hasta mañana.
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