Viene a cuento el titular (gerundio de diseccionar) porque
el diccionario me indica que significa hacer una disección (análisis de algo).
Y en esta entrega me apetece realizar tal actividad con el contenido de una
entrevista a Manuel Domínguez (léela, si tienes un par de minutos, pinchando en este enlace: https://diariodeavisos.elespanol.com/2021/12/manuel-dominguez-pp-no-veo-voluntad-de-ninguna-administracion-por-sacar-adelante-el-puerto-deportivo/),
que publicó el pasado domingo el rotativo Diario de Avisos. Porque un servidor
se limita al examen de aquellos aspectos que me llaman la atención y algún
estimado lector podría pensar –con toda la razón del mundo– que me extralimito.
Piensen, no obstante, que todo artículo de opinión deberá llevar la pertinente
carga de objetividad. Las opiniones son libres, reza la máxima, mientras los
hechos son sagrados.
En la entradilla ya se deja suficientemente claro que el
entrevistado lo ha sido todo, pero aspira aún a más. Y ya se da por sentado que
su nueva ocupación orgánica como presidente regional popular le permitirá
“probar suerte en un nuevo reto político: convertirse en el próximo presidente
de Canarias”. Vale, arráyese usted
dos millos y tiro porque me toca. No, por lo de la oca no, por lo del parchís,
que ni a eso quiere perder. Sin embargo, un recordatorio: ya fue usted cabeza
de lista al Cabildo y al Parlamento por la circunscripción tinerfeña. No se
haga el nuevo, que los años van pasando. Ni se eche aquello mayor que lo otro.
“No es fácil tomar la decisión porque hay que evaluarla con
la familia y analizar los pro y los
contra en cuanto a que la responsabilidad es mucho mayor”. Aclaro que la
negrita es mía. Vamos a ver cómo se lo explico. Procuraré ser didáctico y
ejemplarizante. Mire, si yo me equivoco –vulgo: meto la pata– la cuestión tiene
menos importancia que correr un kilómetro en quince minutos. Pero un observador
nato, como es mi caso, presta atención a las circunstancias que rodean a los
personajes de cierto renombre. Y usted, señor Domínguez, lo pretende de manera
continua. Así que aténgase a las consecuencias.
Me fui a la consulta –entiendan ahora el porqué de la
introducción– y rescato textualmente: Los
términos pro y contra, empleados como sustantivos, admiten las formas plurales:
pros y contras.
Pro y contra cuando
funcionan como sustantivos con el significado de ‘provecho o ventaja’ o
‘inconveniente o desventaja’, respectivamente, son términos masculinos y sus
plurales son pros y contras.
Frases como «El
recorte de tasas tiene pro y contra para los consumidores» o «En la reunión se
hablará de los pro y los contra del nuevo plan de empresa» son, pues,
incorrectas.
De acuerdo, un fallo lo tiene cualquiera y el mejor
escribano comete un borrón. Arráyese otro millo.
Vivimos en un “territorio fragmentado que exige estar
volando constantemente”. Lo manifiesta para (intentar) justificar que ha sido
capaz de compatibilizar varios cargos. Dígaselo al Boletín Oficial de la Provincia (BOP). ¿O acaso no lee sus propios decretos para delegar en Noelia y
Adolfo? Y, de paso, ya voy atando cabos con aquel vuelo en parapente: se estaba
entrenando.
(finalizamos mañana)
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