viernes, 17 de diciembre de 2021

201. Juicio ganado

Tras varias semanas de ausencia –se estaba promocionando para la presidencia regional– recala por el pueblo el señor Domínguez y se fue, presuntamente, a desayunar a El Monasterio con la concejala de Urbanismo, Laura Lima. ¿Y quién no aprovecha para sacarse una foto?, se dijeron ambos para sus interiores íntimos de adentro. Dicho y hecho. Ahí los tienen. Porque las instantáneas que se cuelgan en las redes sociales serán, entiendo, de titularidad municipal. Y a ver quién es el guapo que me va a señalar que yo no sea una porción de ese municipio. Así que hago uso de mi parte alícuota y las interpreto (las fotos) en consonancia con el artículo 20 de la Constitución: se reconoce y protege el derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.

En la nota de prensa –cansinas hasta decir basta– se repite machaconamente la idea del juicio ganado. Y los palmeros correveidiles aprovechan para inundarnos con mensajes laudatorios. Libres son de hacerlo, faltaría más. Pero echo en falta un mínimo de preparación y contar hasta diez, al menos, antes de lanzarse a las aventuras de plasmar por escrito tal suerte de imbecilidades que mejor harían en hacérselo mirar. Me recuerdan a cierto concejal que espetó un elegante “a participado” para protestar ante otro organismo por la supuesta marginación realejera en una prueba deportiva. Siempre son los otros los culpables.

Lo echaremos de menos en caso de que vaya a la presidencia del gobierno. Será, en todo caso, un paso previo para la presidencia del nacional. Ya puestos, por marketing en la escuela superior de management y master MBA (Master of Business Administration), que no quede.

Un alcalde que se mueve bastante. Y tanto. Vaya que sí se menea. Fuera del pueblo, sobre todo. ¿Te lo cuento otra vez? Vale, no hace falta.

Por fin se acaba el carbario, grasias señor al carde. No comment. Sí, artrosis en los dedos y teclas diminutas.

Nos dio la razón la justicia. Realizaremos las obras (?) por fin tras este amargo capítulo. Los colores políticos no deben entorpecer la gestión. Nosotros no entendemos la política de esa manera, vino a manifestar la concejala en un estado de éxtasis total y absoluto. Cuando chocó el puño cerrado (qué pecado en la foto -en su perfil público está- de la ignominia; lo que ha hecho la pandemia: la derecha adueñándose de gestos de la izquierda) con el alcalde vio culminado un proceso de asunción (en cuerpo y alma) a la ermita de la cima.

Ahora me pongo serio. Vuelvo a mirar la foto y ya no sé si el muro lo va a levantar el ayuntamiento o la propiedad. También ignoro si Manolo es el albañil y Laura el peón o a la viceversa. No habrá retranqueo, como proponía el ayuntamiento. El Monasterio echará este fin de año un par de docenas más de voladores. Porque sabe que una vez se apruebe el Plan General de Ordenación (PGO) –trámite pendiente por culpa de otros organismos, cantinela esgrimida hasta la saciedad y que sí es lícito plantear en su forma de hacer política– no existiría problema en echarlo abajo, darle unos metros para detrás hasta permitir una acera, y pagarlo con cargo… a los dineros públicos. De camino, una rotonda en la entrada hacia La Luz y otro acceso más decente a un colegio privado. Sería un segundo premio en poco tiempo. Para general regocijo de una exalumna.

En ese momento, los habitantes de este pueblo norteño nos acordaremos de los triunfalismos de los personajes retratados. Bailaremos contentos por haber ganado un juicio para satisfacción popular (¿o de los populares?). ¿Es un éxito realmente? Porque aquí se gestiona para el ahora, para lo que me dé rentabilidad electoral. El futuro es pura entelequia. Lo de planificar, siquiera a medio plazo, haz el favor.

A la sexta teniente de alcalde y concejala de Servicios Territoriales, Urbanismo, Industria y Nuevas Tecnologías, unas preguntas:

Ya que usted entiende la política de otra manera (deduzco que más dialogante y con menos cortapisas), ¿cómo es posible que no haya dicho lo mismo cuando desde esa institución se vetó la presencia de Fidela Velázquez, prologuista del libro El Legado, de Juan José González, tan realejero como usted y yo, en el acto de presentación en la Casa Municipal de la Cultura? ¿Cómo permitió que se margine al Colectivo Diversas por parte de su propios compañeros y se les condene por expresar sus opiniones donde les dé la realísima gana? Ya que tan sobrada va, ¿por qué no pierde unos minutos de su tiempo para echar una mano a varios concejales de su grupo con graves carencias (vamos, que necesitan mejorar) tanto orales como escritas? ¿Por qué no va y choca esos cinco con quienes claman al cielo por el abandono del patrimonio histórico? ¿Cómo es posible que usted permita que su grupo no acepte propuestas constructivas para nuestra villa por el mero hecho de que provengan de otras mentes no tan privilegiadas como las de ustedes? ¿A qué se deben las sonrisas en las sesiones plenarias, apartado de ruegos y preguntas, cuando son elevadas por la oposición? ¿Apoya el que solo se den a conocer los datos de la Covid (casos positivos) cuando está bajo mínimos y no cuando se incrementan como ahora mismo? ¿Cuándo practica esa otra forma de hacer política, en sueños, quizás? De muestrario, suficiente.

Cuánto cinismo. Y lo peor es que si algún día Domínguez deja el pueblo porque se le queda corto ante sus aspiraciones, ha calado tanto su escuela (privada, por supuesto) que muchos más muros de La Montaña amargarán nuestra existencia. Sostener que se ha ganado un juicio, que se ha obtenido una victoria, que vayan a celebrarlo in situ, no concuerda, en manera alguna, con ese otro estilo de hacer política. Es más de lo mismo. O peor. Por supuesto que es mi visión. ¿Menos válida que la suya?

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