No obstante, y a perdonar, señor Domínguez, continúo
patinando con lo siguiente:
Prosiguió con la
aclaración el alcalde señalando que “no nos negamos a que ésa sea la solución
idónea futura para la zona, pero en este momento y desde hace dos años, con el
PGO actual vigente y de aplicación, esa posibilidad no se contempla y por tanto
ir contra ella sería cometer una ilegalidad y acudir, entonces sí, con
responsabilidades penales por parte de este alcalde y técnicos, independientemente
de que un PGO futuro ya en tramitación sí contemple un muro retranqueado y tras
su aprobación se permita ejecutarlo con posterioridad”.
Vamos a ver. Acláreme. La redacción de un Plan General de
Ordenación (PGO) es un procedimiento más engorroso que un trasplante de pelo.
La prueba es que vengo oyendo, y leyendo, que el actual equipo de gobierno
lleva una purriada (o tonga) de años en la tramitación. Pero le concedo el
beneficio de la duda y supongamos que en un corto o medio plazo dispongamos de
nuevas normas de planeamiento. Y cuando ello sea una realidad, el muro de La
Montaña ya estará repuesto. Vamos, que ya no se llamará de la vergüenza. Y en
ese entonces, muy felices y contentos, irá usted con el responsable de
Urbanismo, el jefe de Seguridad, el concejal de la zona, el de servicios,
gabinete de prensa, fotógrafo, etc., etc. a echarse unos solomillos de res, con
salsa Café de París y papas salteadas, o un escalope de cerdo (cochino, en
canario) Vienesa con papas fritas, o un Strogonoff de pavo con arroz, todo ello
regado con un blanco seco 2019, de Bodega La Haya. A los postres comunicará a
la propiedad que van a desgorrifar (deshacerse una cosa por efecto de la
presión que se ejerce sobre ella) el muro para retranquearlo tres metros,
acometer el acerado hasta la calle Ciudad Jardín (entrada al Colegio Pureza de
María) y construir una rotonda que regule el tráfico hacia la Luz y Los
Afligidos. Que pagaremos todos los realejeros con cargo a nuestros impuestos y
dentro del Plan de Barrios de ese ejercicio económico, puesto que El Monasterio
se girará la cabeza para mearse de risa. Un doble gasto de muy difícil
justificación. Ya se buscará la manera, o la excusa, para darle la vuelta a la
tortilla. Especialidad de la casa. ¿No hubiese sido más fácil, y más rápido,
una modificación puntual del actual PGO? ¿O es que no se ha hecho antes en
otros supuestos, quizás de menor enjundia? ¿Cabezón versus cabezón?
Si ustedes se fijaron bien en cualquiera de las dos fotos
con las que ilustro el post de hoy (y el de ayer), podrán observar que en la
pantalla que se encuentra a las espaldas de nuestro alcalde, y con un recuadro
en rojo, se puede leer: La resolución del Cabildo adolece de incompetencia…
Vaya con la justicia y su manera de redactar. Se enrollan tanto que diera la
impresión de que se busca intencionadamente la excusa para que dos magistrados,
verbigracia, ante un mismo supuesto delictivo, puedan dictar sentencias
contradictorias, con argumentaciones jurídicas tan distantes como pueden ser
los colores blanco y negro. Y que, para más inri, haya un tercero que lo deje
en gris. Sin que ninguno se ponga colorado cuando exponen sus prolijos
considerandos. O falla el legislador al aprobar textos ambiguos (con lo que se
nos resulta harto complicado justificar los generosos sueldos de 350 diputados
y más de doscientos senadores) o nos resignamos a que los que componen los
tribunales se hayan levantado ese día sin jaquecas inoportunas.
Si el Cabildo es incompetente (no tiene competencia) y sus
informes se los pudo haber pasado el ayuntamiento por cierto sitio (creo que
eso ya lo dije antes; bueno, tirarlos a la papelera), aclárense y no se anden
con rodeos. Lo manifiesto en el convencimiento de que se haya utilizado el
verbo adolecer en la tercera acepción del DRAE: tener o padecer algún defecto.
Y jamás como sinónimo de carecer. Porque si así fuera en la frase de marras
(subrayada por un servidor), más embrollo a la hora de interpretar.
En fin, Manolo, si algún responsable del Cabildo de Tenerife
informa de algo al respecto ya me las ingeniaré yo para llevarle la contraria.
Y es que doy por hecho mi vuelta al ayuntamiento. Esta vez como asesor, mi gran
ilusión y mi sueño frustrado. Si tengo que manifestarme en el supuesto de que
sigan con su cabezonería, cuenta conmigo. Yo tengo tiempo y puedo hacer acto de
presencia mañana y tarde; déjame las noches para dormir (además, no me verían).
Estoy contigo cuando sostienes que “existen políticos que anteponen beneficios
personales a los de la ciudadanía”. Cuánta verdad, se pasan todo el día, por
ejemplo, sacándose fotos.
Mañana más. Si la justicia no se opone y mientras no consiga
el nuevo empleo, en algo deberé entretenerme.
Agudo, certero, concreto... Bien secuenciado.
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