lunes, 1 de noviembre de 2021

166. No puede quedar así

Tomo el mismo titular que publicó Gaceta de Tenerife (19 de octubre de 1917, página 2) en el que arremete contra el periódico La Provincia a cuenta de los incidentes habidos en un encuentro entre luchadores de Gran Canaria y Tenerife y del que ya nos hicimos eco en una entrega anterior. Juzguen ustedes:

“Aunque han pasado varios días no queremos pasar por alto una injusticia cometida en un comunicado que publica nuestro colega La Provincia de Las Palmas.

Con motivo de las luchas que recientemente se han celebrado en aquella isla entre los partidos de Gran Canaria y esta Capital, el apasionamiento del público se exteriorizó en lamentables incidentes que hizo finalizar antes de tiempo los encuentros.

Sabemos que no es justo achacar a todo un pueblo los actos que comete casi siempre una minoría que se impone en fuerza de escandalizar, y por esto no nos hemos hecho eco de las violencias indicadas a las que no dudamos tampoco que alguna vez dieran motivo los luchadores de uno u otro bando.

Ahora bien, no podemos permitir que quede sin protesta la calumnia que con el mayor desahogo estampa un señor Suárez León comunicante de La Provincia.

Esperamos que el Presidente del Tenerife Sporting Club habrá tomado alguna medida encaminada a dejar las cosas en su lugar.

Y vamos al hecho.

En el número 2.184 de La Provincia correspondiente al día 4 de Octubre se publica un comunicado de don Agustín Castro Rodríguez en el que este señor protesta contra las ilegalidades e informalidades cometidas en el juego y particularmente, dice, contra la falta de consideración al forastero como ocurrió (son sus palabras) el domingo que encontrándose dos luchadores en el terrero salieron las masas llenas de entusiasmo a felicitar al vencido que todavía se encontraba en el suelo, y esto dice muy poco en favor de un pueblo...

El vencido a quien se refiere el señor Castro fué el célebre José Reyes (el de las balas de harina).

El comunicante que reside en Las Palmas, hace constar que es peninsular y por lo tanto sus palabras son absolutamente imparciales e inspiradas en la justicia.

Y ahora viene el hecho causa de estas líneas.

En el número 2.186 del mismo diario, o sea el del día 6 del corriente, aparece contestando al comunicado de referencia, otro firmado por J. Suárez León y fechado en S/C el 5 de Octubre (?) en el que este señor no disculpa para nada ni niega el hecho de que se queja el señor Castro Rodríguez.

Hace, si, algunas destempladas e intempestivas alusiones a las corridas y se encara con él para preguntarle:

¿Cual hubiera sido su opinión al tener conocimiento de la reprobable conducta por el pueblo tinerfeño con nuestros luchadores, lanzándoles insultos y denuestos antes de pegar y saludándoles con cascos de botellas al penetrar en el circo?

No se puede mentir más descaradamente ni es justo que queden así las cosas al capricho de un desaprensivo.

Nosotros, repetimos, no achacamos nunca a un pueblo los actos que cometa parte un público apasionado.

Y por lo que al nuestro se refiere no tiene que avergonzarse de su conducta.

Se entusiasma con lo suyo (y esto es muy natural) pero aplaude y ovaciona todo lo que tenga mérito.

Con los luchadores de Las Palmas la conducta fué ejemplar y lo dicho por el señor Suárez León de los cascos de botellas solo ha existido en su fantasía y ligereza.

Frente al grupo de los luchadores de Mandarria vino don Domingo Padrón. A su caballerosidad apelamos para que diga si es cierto o no lo que manifestamos.

El señor Padrón dio las gracias al público de Santa Cruz por pedir este nuevo encuentro en una lucha ganada por Déniz contra Manuel Sosa, que ofrecía alguna, duda, y que el mismo juez consideraba perdida por Manuel Sosa.

El señor Padrón se marchó de aquí (así lo oímos) satisfecho del público y con el único sentimiento de que su gente no hubiese podido lucirse por el hecho de ser los encuentros a mano abajo.

¿No cree el señor Padrón que merece este público un comunicado suyo a La Provincia restableciendo la verdad?

¿Será tan amable nuestro colega La Provincia que haga constar nuestra protesta que no envuelve, ni por asomo, alusión ninguna al pueblo de Las Palmas al que no se puede achacar actos individuales?

Por otra parte suponemos que el Presidente del Fomento intervendrá en este asunto defendiendo a Tenerife de las injustas acusaciones lanzadas por el señor Suárez León”.

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¿Pleito insular? ¿Paralelismos con lo que está ocurriendo ahora con la Junta Directiva? A tu consideración lo dejo. Hasta mañana.

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