lunes, 15 de noviembre de 2021

176. Felicidades, Manolo (1)

Por fin se desbloquea el conflicto. Hemos sufrido dos años de calvario, pero el muro de La Montaña será historia la próxima semana. El Cabildo ─¿o Enrique Arriaga─ ha metido la pata y por ello ha sido condenado a pagar las costas judiciales del contencioso. ¿Dimitirá el vicepresidente de la institución insular? ¿Pagará de su bolsillo el importe de los gastos habidos en el proceso? ¿Lo cesará Pedro Martín? ¿Vendrá a desayunarse en El Monasterio y aprovechará para hacer las paces con mi alcalde? ¿Se romperá el pacto? Esperemos acontecimientos.

Así que, en corto periodo de tiempo, se podrá reaperturar (la negrita es mía) la carretera de marras. Eso deduzco tras la oportuna reflexión después de la rueda de prensa que usted convocó el pasado viernes. Y deduje, además, que mi felicitación debo extenderla porque de los 21 concejales de la Corporación, el PP obtendrá en la próxima convocatoria electoral de 2023 no menos de 42. Y nada le cuento si se presentase recurso al acto judicial y usted, con muy buen criterio, sacara a la gente de sus casas con la expresa invitación de que se manifieste en la vía pública, corte el tráfico y arme toda la bulla posible. Porque en ese particular caso, un mínimo de 63 ediles.

Un alto en el relato para explicar lo de la negrita. Ese verbo no está recogido en diccionario alguno. Como tampoco lo estaba la hoquedad de hace unos días. Como no estoy pendiente de todas las notas de prensa del ayuntamiento (tengo otras ocupaciones, como ir a ver el volcán palmero), lo mismo existe algún desliz más. Por lo que, estimado Manolo, si las promesas se las lleva el viento  y las normas se establecen para no ser cumplidas, ve pensando que sería conveniente contar con gente competente en el próximo cuatrienio (2023-2027).

Como olvidaste la conveniencia de no repetir en un cargo más de dos mandatos (¿te acuerdas de que lo comentaste, no?) y te llevas presentando desde 2003 (sumen con 2007, 2011, 2015 y 2019), haríamos bien los dos en recurrir a lo de pelillos a la mar y tú te vuelves a presentar en 2023 (que 20 años no es nada, que febril la mirada errante en las sombras te busca y te nombra…), mientras yo corro tupido velo a todo lo escrito hasta ahora y para atender las múltiples dudas, sobre todo (que no sobretodo) ortográficas que se le plantearán a tus 42 concejales (o 63), amén de al propio gabinete de prensa, me nombras asesor encargado de velar por la defensa del uso del diccionario y los valores del habla canaria en consonancia con la pureza del castellano (para no romper relaciones con Génova, u otro enclave, si por fin vendemos por aquello de las reformas oscuras). Algo parecido al quehacer de Toni Cantó en el Madrid de Ayuso. Tranquilo, con la mitad de lo que cobra Marrón iré debidamente servido. Oye, y si falla otra convocatoria para cubrir el puesto de Cronista Oficial, por la otra mitad también estaría dispuesto.

Así que definida mi postura (por supuesto que vas a contar con mi voto), pasemos a la sentencia. Y es que hay aspectos que no me cuadran. Conocedor de mis carencias, qué menos que recurrir a gente que entienda para sacarme de dudas. Pues algunas me surgieron. Vayamos por partes:

“Lo que dictamina la sentencia es que declara nula la resolución del Cabildo que paralizó la ejecución de los trabajos autorizados por el Ayuntamiento hace dos años y motivo de la polémica”, según el edil. El juzgado aclara que el área de Carreteras del Cabildo no es competente para autorizar ni paralizar estas obras, pues sus informes, aunque obligatorios, no son vinculantes ni necesarios para la ejecución de los trabajos. “Su empeño en ello ha sido el motivo de la parálisis, argumento que hoy se ha venido abajo”, añadió el alcalde.

Si un informe es obligatorio, pero no vinculante ni necesario para la ejecución de los trabajos, que ya se habían iniciado, tengo la rara sensación de que hemos estado haciendo el indio durante dos años. Si el Juzgado ha dejado clara esta cuestión, se me proyectan tremendas incertidumbres acerca de la valía de los equipos jurídicos de ambas corporaciones. Si los del ayuntamiento sabían que la normativa al respecto era así de laxa, bien podrían haberlo asesorado, señor alcalde, para que hiciera caso omiso al comunicado y seguir reponiendo el muro, porque no existiría problema alguno de que usted pudiera ser señalado por presunta prevaricación. La resolución, por la que concede o expide la pertinente licencia, a tenor de lo que leo, no le habría supuesto mayor quebradero de cabeza, ni mucho menos el temor de poder ser acusado de delito alguno. Y si los del Cabildo también conocían que escribiesen lo que escribiesen iba a ser papel mojado, porque el pliego (como para limpiarse aquello, y a perdonar el sentido coloquial) no obligaba ni vinculaba, han engañado al vicepresidente, y consejero de carreteras, señor Arriaga, y forzado a mear fuera del tiesto. Y usted ahora bien podría denunciarlo por negligencia manifiesta. O que mande al PSOE a freír chuchangas (y chuchangos).

Manuel Domínguez hizo un llamamiento al Cabildo de Tenerife “para que asuma la sentencia y no recurra ni solicite medidas cautelares, lo que nos llevaría a volver a atascar la solución durante años, por lo que, si eso sucediera, pido a la ciudadanía realejera y del Norte de la isla que salga a la calle a reclamar por este maltrato enquistado”.

(finalizamos mañana)

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