Los indudables adelantos en las obras públicas no guardan proporcionalidad directa con las sandeces que se deben escuchar y leer. Porque los gobernantes actuales deberían, siquiera por equivocación, ojear de vez en cuando los párrafos que los gabinetes de prensa, amén de la pléyade de asesores, ponen en boca (entrecomillado al canto) de concejales que –voy a ser benévolo– no saben hacer la o por un canuto. Pero como esta bien pagada profesión no requiere echar el currículum previamente ni someterse a una prueba de idoneidad, así nos va.
Los canarios –al menos los antiguos: es mi caso– sabemos que totufo no es solo un abultamiento (acepción empleada antes), sino que, además, se utiliza el vocablo para designar a toda persona tarda en comprender, verbigracia, aunque se creía una eminencia, en realidad era un totufo. Y por aquello del lenguaje inclusivo, si alguna concejala se me revira, incluyan totufa.
En aquellos piches de antes –con mucho menos tráfico, es verdad– cuando se hacía un agujero en la calzada (ahora es socavón u oquedad: te explico después lo de la negrita), venían los paisanos de turno (uno con la guataca y el otro con un pico) y se ponían manos a la obra hasta encontrar terreno firme, relleno al canto y aunque luciera el remiendo, aquello no se fonducaba más.
Los tiempos pasan. Pero algunos quedamos para recordar, de vez en cuando, pasajes de años idos. Y hasta nos atrevemos a indicarle a los señoritingos (guion as) de turno que lecciones las justas. Sobre todo a quienes se nos pudo brindar la oportunidad de ir a una escuela a aprender las cuatro reglas y a escribir una carta para cuando fuéramos al cuartel. No, cualquier época pasada no fue mejor. No obstante, las carencias eran suplidas con la imaginación que en la actualidad se les echa en falta a ediles y edilas. Vamos al grano con unos fragmentos de unas notas informativas del ayuntamiento realejero. Leo:
La concejala de Urbanismo de Los Realejos, Laura Lima, que informaba en la tarde noche de este jueves del corte preventivo del tramo inferior de la Calle Los Molinos de Realejo Bajo debido a un hundimiento y hoquedad detectados en su margen izquierdo, presenció durante la mañana de este viernes 22 de octubre las primeras catas técnicas en el firme comprobándose la existencia de una cavidad bajo el mismo que habrá de seguir analizándose a partir del próximo lunes 25 para valorar sus dimensiones y posibles causas.
El Ayuntamiento de Los Realejos y su Gerencia Municipal de Urbanismo han procedido a la contratación por vía de emergencia de una empresa especializada que está analizando el estado del firme y su cimentación junto a personal técnico del citado departamento de la corporación.
Cuánta diferencia con los señores de la guataca y el pico. Y, además, con una “hoquedad” que te deja patidifuso. Explicado, creo, lo de la negrita anterior. Detección, catas, análisis, causas… ¿Te extraña, entonces, que los retrasos sean el pan nuestro de cada día? Tanto adelanto, para qué, si fallan hasta en la consulta al diccionario.
Qué me va a sorprender la redacción de lo que sigue:
Explica la concejala que “hay que garantizar ante todo la seguridad y es por ello que la excavación debe continuar para detectar la volumetría real de la cavidad ya localizada y poder tomar las soluciones técnicas más adecuadas para la reposición y garantía de estabilidad del firme”. Échate un higo. Si eres capaz de repetírmelo sin el papel delante, yo sería capaz de hacer un rap con los elementos de la Tabla Periódica. Y lo mismo te gano, modestia aparte.
Me imagino que ustedes, amables y estimados lectores, habrán también observado que los asfaltados modernos acaban por hundirse a las primeras de cambio. Parece ser la tónica de la que adolecen (se las trae este verbo con el empecinamiento de muchos en escribirlo como sinónimo de carecer) las obras públicas. Y todo ello pese a contar con un batallón de técnicos y peritos. Hasta Marrón mete la cuchara. ¿Cómo? Sigue leyendo:
En la intervención, en la que ha colaborado el área de Seguridad y Emergencias y la Policía Local con la señalización vial provisional, la Gerencia Municipal de Urbanismo ha contado también con el apoyo de personal de la empresa municipal de aguas Aquare, analizando posibles fugas y reforzando las tuberías de abastecimiento, tareas de estudio que continuarán también a partir del lunes en redes de saneamiento y pluviales que discurren por la citada calle.
El señor alcalde –que ya no es primer edil; menos mal que han sido capaces de leer lo que escribió al respecto Fernando Lázaro Carreter en su El dardo en la palabra– aprovechó un lunes para sus sesiones fotográficas y estuvo en San Agustín (con Fillo) y en un lugar que creo conocer bien. Y repasen estas dos pinceladas. El entrecomillado, aclaro, significa poner en boca de los personajes el texto reproducido:
El edil realejero, que visitaba este entorno recientemente junto a la concejala de zona, Carmen Rosa Pérez, aludió al “evidente estado de avanzado deterioro que presenta el firme asfáltico, así como la irregularidad en el estado y acabado del acerado existente, lo que afecta a la propia accesibilidad, sumado a las deficitarias redes de infraestructuras que discurren por la vía”. Ños, Manolo, lo progresos parlamentarios ya surten efecto. Felicidades.
“Somos conscientes de antemano de las molestias que una obra de este tipo pueden causar en una de las vías principales de todo el entorno de Toscal Longuera, pero es al fin y al cabo una de las demandas transmitidas por la propia ciudadanía de la zona, de ahí que hayamos impulsado su redacción, contratación e inminente ejecución para dar solución a los problemas que de por sí se generan con su actual estado”, señaló Carmen Rosa Pérez. ¿Y no te trabaste ni un fisco?
Concluyo: vayan de nuevo al título.
Genial!
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