miércoles, 30 de junio de 2021

89. Accidente en El Terrero

Como el mes de junio finaliza y las vacaciones se hallan a la vuelta de la esquina, hoy te someteré a una prueba lectora de algún minuto más. Espero benevolencia y conmiseración. Observarán que ya en los titulares comienza el baile de accidentados. Tónica que el paso de los años no ha logrado corregir y que pone de manifiesto que no siempre el periodista es todo lo diligente que sería menester. En la actualidad sigue ocurriendo y los bailes de cifras continúan siendo una constante. Incluso en estas referencias de graves accidentes donde entra en juego el dolor ajeno, hecho que habría que cuidar con especial mimo.

Llevo, asimismo, unos días intentado localizar la oportuna crónica de otro accidente, también en la década de los treinta del pasado siglo XX en el que igualmente se vio involucrado quien fuera alcalde del Puerto de la Cruz, al atropellar a una niña a la altura de La Gorvorana. Recuerdo haber leído esa información y de cómo la chavala escapó gracias a los cuidados de don Isidoro. Seguiré en ello. Cuento con la inestimable ayuda de unos buenos amigos, los hijos de la accidentada.

La foto, obviamente, es actual. Rescatada de un reportaje del periódico El Día (Raúl Sánchez Quiles) y que versa de la recuperación del antiguo caserío (El Terrero) por el grupo Pedrana, a fin de explotarlo turísticamente. Y como los accidentados eran de La Dehesa, barrio con múltiples connotaciones familiares, van las reseñas:

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Las Noticias, 5-agosto-1930, página 2: El suceso de esta madrugada. Dos jóvenes muertos y tres heridos graves en un accidente automovilista.

A la una de la madrugada de hoy ocurrió en la carretera del Norte, entre San Juan de la Rambla y los Realejos, un funesto accidente automovilista, que ha costado la vida a dos personas, muy apreciadas y conocidas en los pueblos del Norte y del que resultaron heridos de importancia otros tres jóvenes.

Según la referencia que del luctuoso suceso tenemos, anoche fueron a una verbena que se celebraba en San Juan de la Rambla, cuatro jóvenes amigos, invitados, en su auto, por el joven don Francisco Pérez Correa.

Los cuatro aludidos camaradas con el joven citado, dueño del auto, pasaron las primeras horas de la noche en la verbena. A la una emprendieron el viaje de regreso al Puerto de la Cruz.

Al llegar al sitio conocido por "El Terrero", después de la salida de la Rambla, el coche que conducía a los cinco jóvenes aludidos fué alcanzado por otro automóvil en que hacía viaje el alcalde del Puerto de la Cruz, doctor don Isidoro Luz y Carpenter.

Parece que al querer dar la derecha al coche que les alcanzaba, del doctor Luz, por una mala maniobra del conductor del primer coche, su dueño, don Francisco Pérez Correa, se fué por la cuneta quedando totalmente destrozado.

Del accidente resultaron muertos Lorenzo García Cabrera, de 18 años, y otro joven hijo del placero del Puerto de la Cruz. Otro hermano del primero, Francisco García Cabrera, que hace muy poco regresó de la Península; donde obtuvo el título de Practicante, resultó con gravísimas heridas, siendo su estado desesperante.

También están heridos otro de los jóvenes que iban en el auto y el dueño y conductor del coche, señor Pérez Correa, de 19 años de edad.

Los hermanos Lorenzo y Francisco García Cabrera, el primero muerto y el otro moribundo, son sobrinos de don Andrés García, que desde el Puerto ha trasladado su residencia a esta Ciudad hace algún tiempo.

El médico don Isidoro Luz, alcalde del Puerto, prestó los primeros auxilios a las víctimas de este funesto suceso, trasladando en su auto a los heridos á la Clínica del doctor Estrada, en los Realejos.

Por tratarse de personas muy conocidas en los pueblos del Valle, este suceso de la madrugada de hoy ha causado general sentimiento.

A los familiares de los muertos damos sentido pésame, y hacemos votos por la mejoría eficaz de los heridos.

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Gaceta de Tenerife, 6-agosto-1930, página 2: Grave accidente automovilista. Un automóvil choca contra un árbol, resultando uno de sus ocupantes muerto, y 3 heridos de gravedad.

En las primeras horas de la mañana de ayer, martes, circularon rumores en esta capital, de haber ocurrido un grave accidente automovilista en la carretera del Puerto de la Cruz, a consecuencia del cual habían resultado un muerto y varios heridos.

Poco después se confirmó oficialmente la noticia, pues en el Gobierno civil se recibió un telefonema del alcalde del Realejo Bajo, dando cuenta del desgraciado suceso.

Según los informes que hemos podido obtener, acerca de este grave accidente, parece que en la noche del lunes, se celebraba en San Juan de la Rambla una verbena con motivo de las fiestas del Carmen.

Desde el Puerto de la Cruz se dirigieron a dicho lugar numerosas personas, haciendo el viaje en automóviles. Uno de estos, con el número 1363, de la propiedad de don Francisco Pérez Correa, de 19 años de edad, se dirigió al citado pueblo, llevando como pasajeros invitados por el dueño del vehículo a Lorenzo García Cabrera, de 19 años, que conducía el coche; Francisco García Cabrera, de 25 años y hermano del anterior; José Pérez Carballo, de 19 años y Maximiliano Yanes Cabrera, domiciliados todos en las Dehesas, del término del Puerto de la Cruz.

Después de haber permanecido algún tiempo en San Juan de la Rambla, emprendieron el regreso al Puerto de la Cruz a la una de la madrugada.

Al llegar el automóvil de referencia al kilómetro nueve de la carretera y sitio conocido por "El Terrero", con objeto de dar paso a otro vehículo, que ocupado por el alcalde del Puerto de la Cruz don Isidoro Luz Carpenter, marchaba en la misma dirección, el coche conducido por el joven don Lorenzo García Cabrera se desvió demasiado hacia la izquierda, chocando violentamente contra un árbol.

Dada la violencia del choque sus ocupantes fueron lanzados a gran distancia, resultando heridos de gravedad. Tanto el señor Luz como los ocupantes de otros coches, que en aquellos momentos transitaban por la referida carretera, se apresuraron a prestar socorro a los heridos, que fueron trasladados al Realejo Bajo, ingresando en la Clínica del médico señor Estrada.

Dicho facultativo prestó asistencia a los heridos, falleciendo en dicho centro el conductor del vehículo don Lorenzo García Cabrera, quedando los demás en grave estado. El Juzgado del Partido instruye las oportunas diligencias. Hasta anoche, según comunicaron del Realejo Bajo, los heridos continuaban en grave estado en la referida Clínica.

En el Puerto de la Cruz, donde eran muy conocidas las víctimas de este accidente, ha causado honda impresión tan desgraciado suceso.

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Y también en Gaceta de Tenerife, 22 de marzo de 1931, página 2, es decir, unos siete meses después de haberse producido el accidente (la Justicia parece que no era tan lenta como ahora), y en la sección Vida judicial, esta última (por hoy) reseña informativa:

Juicio por homicidio.

Ante el Tribunal de Derecho, de esta Audiencia, se verificará hoy la vista de la causa incoada en el Juzgado de la Orotava por el delito de lesiones, contra Francisco Pérez Correa.

El Ministerio público, que en el acto del juicio estará representado por el abogado fiscal señor Gómez Naveiras, relata los hechos, diciendo: que el procesado Francisco Pérez Correa, de buena conducta y sin antecedentes, que carecía de título de aptitud para conducir vehículos de tracción mecánica, salió el día 5 de Agosto de 1930 desde San Juan de la Rambla con dirección al Puerto de la Cruz, conduciendo el automóvil de su propiedad número 1.383, marca "Overland", cuando al llegar al sitio conocido por "El Terrero", del término del Realejo Bajo, debido a la velocidad excesiva que llevaba y notoria impericia, chocó contra un árbol, siendo despedidos los ocupantes del automóvil Lorenzo García Cabrera y José Pérez Ceballos, que fallecieron, resultando lesionado Francisco García Cabrera, sufriendo el coche desperfectos valorados en 2.000 pesetas.

Califica el hecho como constitutivo de un delito de homicidio, pidiendo se imponga al procesado la pena de tres años de prisión, costas, y a que indemnice a cada una de las familias de las víctimas en la cantidad de 10.000 pesetas, debiendo indemnizar también a Francisco García Cabrera, por las lesiones, en 350 pesetas.

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Lo mismo sigo hurgando y localizo la sentencia. Deja ver. Mientras, sean comprensivos y a perdonar la extensión.

martes, 29 de junio de 2021

88. Nivel 3

En ello (y en él) estamos. Pero sigo sin saber a quién hacerle caso, a quién prestarle atención. Son tantos los canales de información a tu alcance, que te resulta tremendamente difícil llevar a cabo la pertinente composición de lugar. Lo mismo el que me llena de gasoil el depósito del coche –persona, obviamente, cargada de mucho combustible– suelta una perorata de mucho cuidado acerca del comportamiento del virus y las consecuencias negativas de las pruebas de detección, que un prestigioso virólogo atestigüe más dudas que certezas, al tiempo que el convencimiento de que aquel que no se vacune acabará por infectarse.

Pero todos lo españoles –mal que nos aqueja desde siempre y para el que no existe vacuna alguna aún– somos unos “fernanditos simones” en potencia. O sin potencia, lo somos y punto. Un somero recorrido por las redes sociales no solo basta para cerciorarte, sino que contribuye sobremanera en elevar tu… ego personal.

Lo que acontece en Tenerife se debe a que todas las pruebas de diagnóstico se llevan a cabo en esta isla, mientras que a la de enfrente se trata con otros baremos. Y existe una razón de peso: el pacto de las flores. En la foto de marras, que dio lugar a la alianza para gobernar en estas ínsulas, los cuatro elementos causantes de todas nuestras desgracias: Ángel Víctor, Román y Noemí, canariones de pura cepa; y Casimiro, gomero de retranca, a sabiendas de que sus convecinos, junto a palmeros y herreños, tiran más por la otra capital insular. Así como majoreros y conejeros lo hacen por esta isla. ¿O no?

Para sostener lo manifestado en el párrafo precedente no es necesario concienzudos estudios. Como tampoco el repaso de rigor por las redes sociales. Este pasado domingo, un periodista caracterizado por sus permanentes bandazos –no lo llamo veleta porque va más allá de esos insignificantes giros– nos deleitaba con una exposición que daba crédito a la cantinela. Aunque mañana sostendrá lo contrario, y tan ancho.

José Manuel Bermúdez Esparza, nacido en Las Palmas en 1966, y afiliado a la ATI más profunda desde que tenía 18 años, es el actual alcalde santacrucero. Aupado a la poltrona por una concejala tránsfuga, nacida en Venezuela (como mi alcalde), hace honor a su segundo apellido y esparce por doquier que los datos de Santa Cruz no son los peores de Canarias. Que todo se trata de un persecución para hundir los comercios (hostelería y restauración, mayormente) de la isla picuda. Por ello, quiero imaginarme, tiene sobre la mesa millares de denuncias por infracción de las normas implantadas durante la pandemia y solo ha tramitado un par de decenas. Hasta aquella en la que estaba implicada la jefa de la policía, pasó a mejor vida. Se trata de la versión mejorada del laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même: dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo. Máxima que sostienen estos políticos, sin percatarse de que, siguiéndola a pie juntillas, ellos serían los que sobran, los estorbos.

Nuestro hombre, que estudió –eso reza su currículum– Derecho en La Laguna, como la mejor opción para dedicarse al periodismo o la política, ha dado órdenes tajantes para propagar las maldades de un gobierno canario –y si de camino le podemos dar unos variscazos al nacional, mejor que mejor– que pretende hundir la economía. Y los socios gubernamentales se han puesto a la labor de manera ejemplar: en Santa Cruz no pasa nada, los datos son ficticios, a Las Teresitas solo va la gente a bañarse (no se especifica si en agua o alcohol), la policía realiza controles cada segundo y todo el mundo derechito como una vela.

Esos números que indican que los contagiados capitalinos de aquí (1368) cuadruplican los de allá (366) no son verdad. Y chitón. Lo digo yo (Bermúdez) y me lo ratifica Andrés Chaves. Y eso va a misa. Además, algún alcalde popular me da, asimismo, la razón. Y no es porque viva más en Santa Cruz que en su pueblo, sino que sus másteres lo avalan. Y punto en boca, porque aquí quienes deben demostrar certezas son los científicos. Nosotros no cobramos por nimiedades. Las verdades incómodas se eluden con el negacionismo barato. Todo es pura conspiración. ¿Dónde está el virus?

Cuando pueden más las emociones y creencias que el rigor de los hechos, que lo sólidos argumentos, no es de extrañar que surjan Ayusos, Bermúdez o Domínguez. Como lo hicieron los Gil, Ruiz Mateos y Condes. Y con Facebook, Twitter, Instagram y otros, peritos&peritas en un periquete. Estamos en nivel 3, pero no pasa nada. Retírate Amos, que con José Manuel nos basta para lidiar con el bicho.

¿Se acuerdan de José Rodríguez Ramírez, aquel perito mercantil que fue propietario de El Día y de sus radicalizados editoriales, ideas xenófobas e incitación a subvertir el orden constitucional y que ostenta el nombre de una calle en mi pueblo? Pues ahora que Paulino Rivero ya navega  por nuevas rutas y pelillos a la mar con aquellos encontronazos, lo mismo ATI quiere resucitarlo. ¿O es políticamente incorrecto sacar a colación lo del Pleito Insular?

Y tú, José Manuel, tranquilo, que la culpa del nivel 3 no radica en los 1368 positivos de tu municipio, ni los 542 de La Laguna (aunque su grupo de gobierno, más comedido y menos dicharachero, guarda prudente silencio al respecto), sino los escandalosos datos de San Juan de la Rambla, Garachico, Los Silos, el Tanque y Buenavista, lugares que suelen transitar los domingueros capitalinos, aunque por estos lares se portan bien porque les basta con reproducir los comportamientos norteños. Si de tus 55 años (me salen esos desde 1966 a 2021) ya llevas 37 al pie del cañón, aquellos que presumen de récords por largas estancias se quedarán cortos dentro de bien poco ante tu empuje y decidida apuesta por… Ya me cansé. Hasta mañana.

lunes, 28 de junio de 2021

87. Tengo el corazón contento

Y lleno de alegría. Porque desde que publiqué ‘La farola’, el pasado sábado 19 de junio (jornada no habitual en mis artículos del blog), la susodicha ha funcionado perfectamente desde el lunes siguiente (día 21). No sé si se debió al inicio de la estación estival (puede que el solsticio la haya iluminado) o que alguien le pasara el aviso al concejal Domingo para que este, a su vez, lo pusiera en conocimiento del gerente de Realserv, quien –me imagino– pudo haber telefoneado al responsable de la empresa Effico (la que tiene encomendado el servicio de mantenimiento del alumbrado público en Los Realejos) y, de tal suerte, volvieron los operarios a poner en orden el particular.

Como uno es un antiguo y se quedó en este asunto en los tiempos en que Jaime cargaba una escalera por el pueblo y se trasladaba, por ejemplo a Icod el Alto, en la guagua porque el ayuntamiento no disponía de vehículos, ignora cómo se efectúa en la actualidad esta labor. Pero como existen mecanismos para detectar las fugas de agua, verbigracia, piensa que con una aplicación informática –las famosas app– capaz de chivar al electricista de turno en qué lugar del municipio se halla la avería, se solucionaría el desaguisado. Aunque me da que no, pues, de lo contrario, no se producirían los cortes y consiguientes apagones que han venido constituyendo, para nuestra desgracia, el motivo de conversación frecuente en los mentideros políticos del pueblo.

Dado que nunca es tarde si la dicha es buena, mil gracias a quien se hubo preocupado, síntoma inequívoco de que alguno me lee. Puede que a la escondida –por si le tiran de las orejas– pero si el resultado es el adecuado, miel sobre hojuelas.

La pasada semana, igualmente, los mismos jóvenes (Islenium) que elevaron sentida queja ante la supuesta apropiación indebida por parte del ayuntamiento de su idea para crear una marca personalizada para cada una de las múltiples fiestas que acaecen en nuestro municipio, se congratulan de que el concejal delegado de esa área los haya invitado a la charla de rigor, con el fin de acercar posturas a través, como no podía ser de otra manera, del oportuno intercambio de opiniones.

Me alegro de que se ponga en práctica algo tan elemental como es aquello de que hablando se entiende la gente. Tan simple y tan complejo a veces por la cerrazón de quienes ostentando un cargo público parecen olvidar a sus representados, relegándonos al ostracismo. Como si estuviesen dotados de una capacidad superior a la del resto de mortales y no entendiesen de que cuatro ojos ven más que dos.

Espero y deseo que no se trate de un mero espejismo. Lo mismo se debe el cambio de postura –y esto ya es fruto de una simple suposición de quien estas líneas suscribe– a una próxima retirada de Manuel Domínguez. No olvides que uno rubrica artículos de opinión, y estas son libres, y, por lo tanto, no sujetas a los cánones informativos. Así que entiendo –un suponer– que el actual alcalde se ha percatado de que crecen las contestaciones populares, ante el evidente abandono de sus quehaceres para con la Villa de Viera y sus aspiraciones (legítimas, por supuesto) a seguir escalando peldaños en la escalera popular. Por lo que abona el camino para el relevo. Y con este gesto del joven concejal de Fiestas, lo mismo quedan descolocados otros que acompañan a Domínguez desde ha bastante. Incluidos los que debieron haber dado un paso al lado por incorrectas interpretaciones de su gestión. Pero, tranquilos, que el tiempo pondrá las cosas en su sitio. Y dará y quitará razones.

Así que, estimados amigos y seguidores de uno que porta sombrero, comenzamos la semana siguiendo los dictados musicales de Palito Ortega. O de Marisol. Qué obsoleto es uno. Como esta tarde iba a asistir (el nivel 3 la aplazó) a una reunión en la Sociedad Valle de Taoro –o Casino de La Dehesa– porque va a cumplir en unos meses la friolera de cien años, pensaba ir mucho más relajado. Y, a lo mejor, entraba silbando, ahora que está de moda entre gomeros y herreños. Puede que hasta el viejo piano, marca Chappell, adquirido el 6 de febrero de 1934, por 450 pesetas, se pusiera (o pusiese) como yo, contento.

A modo de aclaración. Como es lógico deducir, esta entrada –al igual que las otras– se redacta hasta con varios días de antelación al momento de su publicación. Y como esta se puede dejar programada, máxime cuando las de la pasada semana se limitaron a reproducciones de informaciones periodísticas de un siglo atrás, lo que lees ahora salió del magín el martes día 22. Y esa misma noche, víspera de las hogueras de San Juan, volví a descontentarme. Y mandé a Marisol y a Palito Ortega a freír chuchangas (expresión que se emplea para despedir a alguien con aspereza o enojo) porque la farola seguía erre que erre. Encendió, como siempre, pero cuando me levanté a mear (malsonante de orinar: expeler la orina) a eso de las 4 de la madrugada, otra vez como los sobacos de un grillo. Pero hubo movida el miércoles 23. Y el alumbrado público de toda la urbanización estuvo activo durante toda la mañana. Mi farola también. Debieron ponerla a prueba. Porque a la una de la tarde llegaron dos operarios a escanear la situación. Incluso tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con ellos. El hecho es que la situación se ha normalizado. Por fin. Y me alegré de nuevo. Tanto que voy a enviar un comunicado al grupo socialista en el ayuntamiento para que en la próxima sesión plenaria presente una moción por si el grupo popular estima conveniente aclarar (verbo más que ilustrativo) qué demonios ocurre con Effico: ¡¡¡eficiencia en servicios!!! Y haz el favor de no reírte, porque me enciendo otra vez.

viernes, 25 de junio de 2021

86. Fiestas

Qué mejor manera para acabar la semana: de fiestas. Porque es en época veraniega cuando estas se dan cita en pueblos y barrios. Hace cien años, La Prensa, 25 de junio de 1921 (sábado), en la sección De los pueblos, página 1, nos daba cuenta de algunas. Y una nota de disgusto por el traslado de un maestro, amén de ratificar las habituales estancias veraniegas, sobre todo en Las Aguas (San Juan de la Rambla).

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La Rambla

Bastante animada resultó la fiesta celebrada el domingo último en el barrio de las Aguas, en honor de la Santa Cruz. Hubo función religiosa, con sermones predicados por el cura regente de esta parroquia, don Carlos Delgado y Delgado, que estuvo muy elocuente en sus disertaciones. Por la tarde, procesión, y por la noche, fuegos artificiales, amenizando todos los actos la banda de música de este pueblo.

El domingo próximo, día 26, se celebrará en este pueblo la festividad de nuestro patrono San Juan Bautista, notándose gran animación. Según tenemos entendido, han sido invitadas las bandas de música del Puerto de la Cruz, Realejo e Icod, teniendo el sentimiento de que ninguna haya aceptado, por lo que los actos serán amenizados por la de esta localidad.

De sociedad

Mucho disgusto ha causado en este pueblo, el traslado del laborioso maestro nacional, don Antonio Rodríguez Guanche, que por su caballerosidad y corrección ha sabido granjearse el cariño de todo el vecindario.

Hace unos días se halla en este pueblo la señora doña Luisa de Miranda, que viene a pasar una temporada al lado de sus familiares.

Puerto de la Cruz.

Fiestas de Julio

Por las comisiones organizadoras de las presentes fiestas se ultima la confección del programa de festejos, el cual se dará a conocer al público dentro de breves días.

El animado baile extraordinario que se proyecta celebrar en los elegantes salones del "Gran Hotel Taoro", promete verse sumamente concurrido, dado el gran entusiasmo que reina entre sus iniciadores y demás elementos jóvenes de la localidad.

Según se nos dice, son muchísimas las familias de la buena sociedad de la vecina Villa de la Orotava, de los Realejos, este Puerto y de otros pueblos, que se han dado cita para asistir a este brillante festival.

Desde la semana próxima se dará principio a los trabajos de instalación, en los salones del edificio donde se celebrará la anunciada Exposición Insular, número importantísimo de nuestras fiestas y el cual, seguramente, dará motivo a que este pueblo se vea muy visitado por un gran número de forasteros.

Para el día de la inauguración de la Exposición ha sido invitado el sexteto que dirige el reputado maestro, nuestro amigo don Tomás Calamita.

Fiesta en La Dehesa

Mañana se celebrará en el importante barrio de La Dehesa, jurisdicción de este Puerto, la fiesta en honor de la Cruz, la cual promete verse muy concurrida, dada la gran animación que reina entre los vecinos.

A las ocho de la mañana habrá misa rezada; por la tarde, sermón, carrera de cintas, música y otros entretenimientos populares, y por la noche, iluminación, música y fuegos artificiales.

La agrupación musical de esta localidad ha sido contratada para dar mayor lucimiento a dicha fiesta.

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En La Dehesa –o Las Dehesas– se está ahora mismo con los preparativos para la celebración del centenario (8 de abril de 2022) de la Sociedad Valle de Taoro, Casino que se denominara en su fundación como de Instrucción y Recreo y que dinamizó la vida del barrio (existen abundantes reseñas periodísticas al respecto) de la mano de ilustres personajes, como Florencio Sosa Acevedo y Sabas Pérez Corea, entre otros.

Bueno, sean felices y, si me lo permiten los gobernantes, el lunes volveremos. Como esta semana los he dejado descansar, no les puedo prometer que en la próxima ocurra lo mismo, pero lo intentaré. Y ahí lo dejo.

jueves, 24 de junio de 2021

85. Locales-Escuelas

Hoy es día de San Juan. Con la pandemia de por medio, no sé cuál será el desarrollo de la festividad. Pero, me imagino, habrán aprovechado para quemar todo lo inservible. Como este blog, verbigracia. O los comentarios que cuelgo en mi muro de Facebook y que cada cual interpreta… Cuánta imaginación. Pero como uno es un ignorantón perdido, punto en boca. Para general satisfacción de los palmeros (los que dan palmas, no se confundan).

Bueno, siguiendo con la manía del repaso histórico (para general satisfacción de los que me crucifican por los comentarios de índole política), vamos a La Prensa (diario de la mañana, cuyo fundador y propietario era Leoncio Rodríguez y se consideraba el periódico de mayor circulación de la provincia; única en el entonces) y a su ejemplar número 3615, año XI, correspondiente al viernes 24 de junio de 1921 (un siglo hoy), y de su página 1, un artículo con idéntico título al que yo te traslado, del tenor literal siguiente:

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“Hablemos hoy de lo que en otras provincias afortunadas se puede llamar locales-escuelas, y de lo que en estas islas, Afortunadas también, hemos convenido en designar con nombre idéntico (para no estropear la analogía del calificativo), es decir, engañarnos mucho con objeto de consolarnos un poco.

Desde luego, y no olvidando que aquí la escuela se considera como lo último, no asombrará que la generalidad de ellas estén situadas en el peor lugar del pueblo o del barrio: mal emplazadas o peor orientadas.

La iluminación y ventilación son las más apropiadas para fabricar miopes y aspirantes a la tuberculosis, respectivamente. Menos mal que la luz y el aire del campo mitigan, en gran parte, los horribles efectos del hacinamiento en que inmóviles se mantienen, dentro del diminuto recinto, desgraciadas criaturas.

Y con el calificativo de diminuto, creemos que estaría de más la exposición de lo que son, por término medio, las dimensiones de estas escuelas. Indudablemente, los higienistas que tratan de imponer unas dimensiones a los locales-escuelas, a los que han de asistir un número determinado de alumnos, no saben lo que traen entre manos.

Patios de recreo, lavabos, retretes y otras dependencias son, para nuestras escuelas, artículos de lujo. Por esto, carecen de todo.

Además, la mayoría de ellas adolece, a nuestro juicio, del grave inconveniente de estar la casa-habitación del maestro en comunicación inmediata con la mísera sala de la clase; grave inconveniente, por multitud de razones que no exponemos guiados por nuestra intención de ser breves.

En lo que al local-escuela se refiere, el Boletín de Inspección termina, con esa sequedad propia de los asuntos oficiales, con una nota que no deja de revestir cierta ironía, cierta cruel ironía: Mejoras que pueden introducirse en el local-escuela; tal reza el impreso. Sólo se nos ocurre una, y ella de conjunto: destinar a otros menesteres (ya que en sí es incapaz de toda clase de mejora) este que llamamos local-escuela y construir o, al menos, habilitar uno, siquiera decente, para centro educativo. ¡Es bien poco pedir! Y sin embargo (¡oh, paradoja!...) ¡es mucho!

Pero más es pedir que todos los determinantes e integrantes de la labor educativa se comporten, en lo sucesivo, de manera completamente opuesta a cómo hasta ahora lo han hecho y continúan en hacerlo. ¡Nos va tan bien, obrando al revés de como debiéramos! Seguiremos viviendo por, de y con pura fórmula.

Y así, mientras unos (muy pocos) piensan, con conocimiento del problema en cada caso particular, acerca de la conveniencia de la instalación de escuelas al aire libre, otros, como recurso, quieren implantar escuelas... al fresco (que, desde luego no es lo mismo) y los más, tomando como medio lo que debe ser fin primordial, crean completamente libres, escuelas en... el aire. Son tres opiniones distintas y una sola, la primera, admisible”.

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Uno que tuvo la oportunidad de sumergirse durante años en periódicos ajados por el tiempo, y que reúne varios millares de reseñas del periodo interrepúblicas (1873-1931), algo conoce de la situación planteada en este artículo. Que mejoró bastante cuando Marcelino Domingo accedió al Ministerio (II República), pero que en el paréntesis franquista volvió a sumergirse en un olvido imperdonable, porque mi escuela (década de los cincuenta) guardaba demasiados parecidos con el relato. Y como tuve la oportunidad de participar en eso de la cosa pública en el arranque democrático de este país, no exagero al sostener que a Luis Balbuena habría que hacerle un monumento por la decidida apuesta en la construcción de centros educativos.

La ilustración se corresponde con una foto del libro Del tabobo y el mirlo al negocio inmobiliario, página 31, de mi convecina Carmen Machado Yanes. ¿Que no lo tienes? ¿Y a qué esperas? Si eres de Toscal-Longuera, o vives en la zona, conocer los orígenes es una obligación.

miércoles, 23 de junio de 2021

84. La borrachera es libre

Hurga aquí, hurga allí, me tropiezo con un artículo de Ildefonso Maffiotte Castro (escritor, periodista, guionista; 1890-1939), publicado en El Progreso (viernes 23 de junio de 1911, año VI, número 1745, página 1) y en el que zigzaguea, cual borracho, con una particular protesta para denunciar ante la sociedad la persecución al pobre infeliz que a nadie hace daño. Curioso, como mínimo, su planteamiento.

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Avelino González, á quien tengo el gusto de presentar á ustedes, anuncia con una candidez inenarrable, unos polvos abracadabrantes para terminar con los borrachos. Yo no sé hasta que punto hay derecho á quitarle los vicios al prójimo, sobre todo cuando el prójimo no tiene el menor interés en que se los quiten. Tampoco sé si esos polvos están debidamente autorizados; es decir, si han sido ensayados en personas cuya opinión sobre ellos merezca el más entero crédito.

Yo creo que los vicios constituyen una propiedad tan legal como la que representan los guantes ó los calzoncillos. Y de aquí deduzco que cualquier atentado en contra de los vicios del prójimo, es un atentado formidable é indiscutible á la propiedad.

El vicio de emborracharse es una inclinación perfectamente humana y muy parecida á la de patinar ó ir al cine por las noches. Y estas últimas manifestaciones de vida tan estrechamente adaptadas á la costumbre del vivir, de seguro que no ejercen un imperio tan dominante como lo ejerce la necesidad de alcohol en los borrachos. Y si aquellos pequeños caprichos son satisfechos con el beneplácito de todos, este que es un capricho mayor, con más motivo debe de ser satisfecho y acatado.

Bonito sería que yo anunciara unas ampollas, cuyo suero hiciera aborrecer el cinematógrafo ó los patines.

El maestro Benavente ha dicho así: “¿La virtud de qué se compone?... De los vicios que no tenemos”.

Naturalmente. Y los vicios, de las virtudes que nos faltan. Por eso, como vicios y virtudes son libres manifestaciones humanas, y humanidad es vida, ¿quién afirma que hay derecho á corregir ni unos ni otras, ni mucho menos á significar protesta ó alharaca en su desaprobación?

También ha dicho Benavente en otro momento encantador. “Si yo hubiera sido la madre Eva, la Humanidad no se hubiera condenado, porque yo no puedo ver las manzanas ni en pintura; pero no por eso se me ocurre criticar á quienes las comen”.

Y es claro, ¿sólo por el hecho de que existan personas antialcohólicas es lógico que se pretenda perseguir á las que no lo son?

Yo estoy indignado. A este paso hemos de colocarnos á la altura de Albania, donde se dice que los borrachos tienen sangre de mono, de león y de cerdo. Quien dijo tal es seguro que tendrá sangre de cerdo únicamente.

Para mí es tan respetable el distinguido borracho que hace un eterno zig-zag por las calles, como el dandy de frac que regresa sudoroso y cansado, de un baile. Los dos han satisfecho plenamente una necesidad ó una inclinación, bajo el amparo de todas las leyes.

Tal cual está hoy instituido el régimen social, hemos de respetar religiosamente la propiedad ajena y hasta guardarla casi tanto como nuestras cabezas, pues si en ello pecamos, con nuestras cabezas hemos de responder de tal desacato.

Los vicios son una propiedad tan legítima como la del apellido, y por tanto el de emborracharse es innegable y legalmente indestruible.

La venta y vulgarización de esos polvos abracadabrantes, sólo es admitida en España, en donde los Gobiernos permiten semejantes atropellos para eterna vergüenza nuestra.

Yo, creyendo interpretar los deseos de todos los respetables borrachos de mi pueblo, protesto del maleficio que se les quiere hacer con esos polvos. Y estoy seguro de que esos honrados ciudadanos, si en algo pensaran aparte de sus francachuelas, ya hubieran asesinado á Avelino, por atentar á lo que es suyo indiscutiblemente y al mismo tiempo constituye su personalidad.

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Ciento diez años después uno puede pensar en vacunas, prohibiciones, vicios y hasta en esos debates morrocotudos con que nos sorprenden sesudos analistas en diversos medios de comunicación. Pero como esta semana me dio por repasar, dejo las observaciones para otro momento. O a tu consideración.

martes, 22 de junio de 2021

83. Accidente desgraciado

No era exclusividad de una sola cabecera el detallar los accidentes de tráfico hasta límites insospechados. Porque en Gaceta de Tenerife (diario católico, órgano de las derechas) del miércoles 22 de junio de 1921 (justo hace hoy un siglo), año X, número 8448, y en su página 2, nos tropezamos con un titular con grandes caracteres: Un automóvil atropella a una niña. Y no me resistí, claro, a transcribirla. Eres libre de pensar: Lo que es no tener nada por hacer. Pero como mi hermano es perito en ese sector, al menos lo entretengo.

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En la calle de Viera y Clavijo, esquina a la de San Roque, un automóvil atropelló ayer a una niña. -Como ocurrió la desgracia. -Las heridas de la atropellada. -¡Un poco mas de cuidado, señores “chauffeurs”!

El automóvil causante de la desgracia

Ayer, a eso de las cuatro y media de la tarde, bajaba por la calle de Viera y Clavijo un automóvil, guiado por un tal Francisco, mecánico de oficio, que tiene establecido su taller en la calle de la Marina.

El automóvil, que había sido reparado por dicho mecánico, se hallaba en prueba y por esta causa lo guiaba el referido mecánico y no el “chauffeur”, que también iba en el citado vehículo.

El atropello

Al llegar aquel a la esquina de la calle de San Roque, la niña María Purriños, de 3 años de edad, atravesaba la calle, siendo atropellada por el citado vehículo. 

La niña atropellada por el automóvil es hija de nuestro amigo el conocido industrial don José Purriños, propietario de la confitería La Corona.

Versiones de lo ocurrido

Sobre la forma en que se desarrolló el accidente circularon varias versiones, pero la que se relata como más ajustada a lo sucedido es la de que el automóvil bajaba por la calle de Viera y Clavijo y que al llegar a la esquina de la de San Roque, la niña, que no había visto el automóvil, atravesó la calle, siendo atropellada, a pesar de las maniobras que en el mismo momento hizo el conductor para evitar la lamentable desgracia.

A la Casa de Socorro

Después de ocurrido el accidente, la niña María Purriños fue conducida a la Casa Municipal de Socorro, donde fue asistida por el médico de guardia don Heriberto Arroyo, auxiliado del practicante Sr. Barroso Villarreal.

Por el citado facultativo se le apreció la fractura de ambas diáfisis femorales, equimosis en ambas piernas y una pequeña herida incisa en el ángulo externo del ojo derecho.

Experimentando mejoría

Después de practicada la primera cura en la Casa de Socorro, fué trasladada a la clínica del joven doctor don Ángel Capote Rodríguez, donde parece que la pequeña niña ha experimentado alguna mejoría.

Vivamente lamentamos el accidente, deseando a la niña una pronta y total curación.

Lamentable frecuencia de estos accidentes

Son ya bastante repetidos los accidentes automovilistas que con fatales consecuencias en esta capital se han registrado y es necesario que por los conductores de dichos vehículos se guarde más cuidado, sobre todo cuando se aproximan a las esquinas, donde nada tiene de extraño que se encuentren pequeñas criaturas, como la atropellada ayer, que por su poca experiencia atraviesan con natural frecuencia las esquinas de las calles.

Si por parte de los conductores se pusiera todo el mayor cuidado posible, seguramente no hubiéramos presenciado las desgracias de esta índole que en esta capital han ocurrido.

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Mañana más. ¿Accidentes? Ya se verá. Como se acaban las clases y comienzo las vacaciones, lo mismo me voy a la playa de Los Roques para comprobar si ya arreglaron aquellos contornos.

lunes, 21 de junio de 2021

82. Muerte de un cura

Me temo que con esta entrada te restaré unos segundos más en la lectura. Pero el periódico El Progreso, diario republicano autonomista, en su ejemplar del sábado 21 de enero de 1911 (110 años y cinco meses, hoy mismo), año VI, número 1619, y en su página 2, nos relata, con todo lujo de detalles, cómo un cura indigente pone fin a su vida. Vaya, como siempre, la transcripción literal de la referida, y patética (con tintes macabros), crónica:

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Las desgracias del día: MUERTE DE UN CURA.

El tranvía mata á un sacerdote. Como ocurrió el hecho. Levantamiento del cadáver. Fué suicidio. Las responsabilidades.

El tranvía que anoche salió de esta Capital para La Laguna á las 8 causó la muerte en las inmediaciones de Santa María de Gracia y sitio conocido por "Macario", al sacerdote D. Juan González, que desde hace tiempo, hostigado por las persecuciones de ciertas camarillas clericales, vivía en la mayor miseria, entregado por completo al alcoholismo y arrastrando una vida de vagabundo por las carreteras y los caminos, donde era muy frecuente encontrarle, en completo estado de embriaguez, escandalizando muchas veces y dando espectáculos poco edificantes.

El desgraciado suceso que damos á conocer á los lectores puso fin á las miserias del infeliz sacerdote y á las persecuciones de las camarillas clericales. Descanse en paz D. Juan González y al relatar el triste suceso lamentemos que odios é impiedades arrastraran á un hombre hasta obligarle á arrojarse entre las ruedas del tranvía...

El suceso

El coche del tranvía que subió á las ocho de esta capital para La Laguna era el señalado con el número 4 y lo conducía Juan Morales, conductor de larga práctica y muy cuidadoso en el desempeño de su obligación. Como cobrador iba Rafael Morales.

Al llegar el coche-tranvía al sitio de nominado "Macario", á poca distancia del cruce, el sacerdote D. Juan González, que se hallaba, según parece, sentado en el muro que hay á la derecha de la carretera y á muy corta distancia de los railes, se arrojó violentamente al centro de la vía, siendo arrollado por el coche.

El conductor, que vio perfectamente libre la via, pudo apreciar que en el momento de pasar el coche el cura se colocó rápidamente en el centro de los railes. Inmediatamente paró el coche, poniendo el freno eléctrico, pero ya el sacerdote había sido arrollado, quedando bajo el tranvía, en el sitio comprendido entre las ruedas delanteras y las traseras.

Acto seguido, y comprendiendo que era imposible extraerle y que había quedado muerto instantáneamente, avisóse al Juzgado de La Laguna y á la estación central de la Cuesta personándose al poco rato en el sitio del suceso el Juez de La Laguna, la ambulancia de la Cruz Roja, el director de la Empresa de Tranvías D. Alfredo Rensonnet y todos los empleados que, francos de servicio, se encontraban á aquellas horas en la estación de la Cuesta.

Levantamiento del cadáver

Como ya hemos indicado, el cadáver se encontraba entre las ruedas traseras y delanteras del coche; aprisionado por uno de los frenos que está colocado á muy poca distancia de los railes. Era, pues, completamente imposible extraerle, haciéndose necesario levantar el tranvía.

Para esta operación, que dirigió muy hábilmente el Sr. Rensonnet, se necesitó utilizar unos gatos y gran cantidad de maderas y tablones, invirtiéndose bien cerca de dos horas en suspender el coche. Entonces pudo apreciarse la posición del cadáver, que se encontraba colocado de espaldas sobre la via con la cabeza hacía al muro. Según pudimos ver, las ruedas del tranvía le pasaron por la cintura, seccionándole por completo. El resto del cuerpo lo tenia casi completamente destrozado. Ordenado el levantamiento del cadáver por el Juez de instrucción, fué conducido á La Laguna en un furgón que se pidió á la estación de la Cuesta.

El cadáver

Vestía traje talar, sumamente raido y manchado, D. Juan González.

Llevaba dos botellas, una vacía y otra llena de vino, que adquirió pocos momentos antes en el mesón que en la Cuesta posee D. Hermógenes Domínguez.

Una de dichas botellas, según se nos dice, encontróse intacta. La otra rompióse en el momento del suceso, viéndose aún hoy los pedazos en la carretera.

Antecedentes

D. Juan González, que como ya hemos indicado se embriagaba frecuentemente, tenía, según parece, la manía de suicidarse arrojándose ante los tranvías y automóviles.

No hace aun mucho tiempo, se le encontró una noche acostado sobre la vía en las inmediaciones de la "Cruz del Señor" á las 10 de la noche, salvándole milagrosamente de la muerte la poca marcha del coche y la serenidad del conductor, que paró instantáneamente, hecho del que dimos cuenta en este diario. En esa noche fué necesario meterle en el coche y llevarlo á la Laguna, porque cuantas veces se intentaba poner en marcha el tranvía se arrojaba nuevamente sobre los railes.

No hace mucho tiempo intentó también matarse arrojándose ante el automóvil de D. Juan Yanes, obligando al chauffer á realizar una rapidísima maniobra.

En otras ocasiones, y aún anoche mismo, ante los coches de las 7 y las 8 intentó atravesarse, no pudiendo consumar su obra. Luego, escondióse en el lado derecho de la carretera y como ya hemos dicho, se arrojó á la vía en el momento preciso de pasar el tranvía, siendo imposible evitar que este le arrollara.

Trátase, pues, de un suicidio, idea que, según parece desprenderse de lo que dejamos dicho, abrigaba hace algún tiempo y principalmente cuando se encontraba en estado de embriaguez.

El conductor

El conductor llámase, como ya indicamos, Juan Morales, y es un empleado modelo, que sabe cumplir perfectamente su obligación. En este desgraciado suceso de nada puede acusársele, y comprendiéndolo así el Juez instructor lo dejó en libertad, citándole para declarar, en unión del cobrador, hoy á las once de la mañana.

Don Juan González

Don Juan González, á quien generalmente se conocía por el cura de Fasnia, sufrió grandes persecuciones, instruyéndosele varios expedientes en el Obispado y quedando en la miseria.

Como recordarán nuestros lectores hace próximamente un año penetró violentamente en la Secretaría del Obispado incautándose del expediente que se le seguía, por lo cual sufrió un proceso del que resultó absuelto, haciendo su defensa de un modo muy brillante por cierto, nuestro querido amigo, don Ramón Gil Roldán.

Tenía el vicio del alcohol por lo que en diferentes ocasiones EL PROGRESO llamó la atención de las autoridades eclesiásticas, solicitando se le recluyera para evitar los poco edificantes espectáculos que diariamente daba en mitad de la calle y de los caminos.

Detalles curiosos

El coche número 4, que como anteriormente decimos fué el que causó la muerte del sacerdote D. Juan González, tiene fama de ser el "más desgraciado" de los que posee la empresa del tranvía.

Casi todas las víctimas, muy pocas en verdad, que han muerto arrolladas por los tranvías lo han sido por el coche número 4.

Las responsabilidades

No son ciertamente, las responsabilidades del desgraciado suceso de anoche para el conductor Juan Morales, que no pudo evitar que el tranvía arrollara al infeliz sacerdote D. Juan González.

Son por entero de las camarillas clericales que le persiguieron, de quienes le desesperaron, condenándole al expediente perpetuo y á la miseria. Son de quienes no supieron ó no quisieron recogerle del escarnio en nombre de la dignidad profesional, ya que no de la caridad por ellos tan frecuentemente invocada.

Esos son los moralmente responsables de la muerte de D. Juan González.

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¿Qué puedo añadir yo, si el pobre hombre “tenía, según parece, la manía de suicidarse” arrojándose ante todo lo que se moviera? Y a perdonar la extensión. Mañana: otro accidente. Bonita manera de comenzar la semana.

sábado, 19 de junio de 2021

81. La farola

Hoy es sábado, lo sé. Y no me toca trabajar. Lo sé. Pero en vista de que han pasado varios meses y la anomalía no se solventa, qué menos puedo hacer yo por el pueblo que me vio nacer, crecer, desarrollarme un fisco y convertirme con el paso de los años en un iletrado, al decir de los pródigos entendidos (y entendidas) de la Villa de Viera.

Como no sé manejar la Línea Verde –si no bajaste la aplicación, ignorante– recurro al método tradicional, y único recurso del que dispongo, para vivir en la esperanza de que algún alma generosa ponga el hecho en conocimiento de la superioridad. Meto la mano en el agua, que no en el fuego.

En el tramo de la calle (en la que vivo) Benito Pérez Galdós (la verdad es que desconozco la razón por la que le pusieron el nombre de tan irrelevante personaje) comprendido entre Alfonso García Ramos (¿y quién sería este?) y Tomás de Iriarte (un flautista, creo) solo existen dos farolas de alumbrado público. Amplía la foto, si te apetece, y ahí las tienes, a la altura de los números 4 y 9, respectivamente.

A escasos 50 metros vive el tercer teniente de alcalde, concejal de Hacienda y Obras Públicas. Y bastante cerca, también, uno de los jóvenes que despuntan en la hornada popular. Como ni uno ni el otro –deben estar en otros asuntos de mayor enjundia– se han percatado de la eficiencia de Effico (¿redundancia?; sí, en inutilidad), esa empresa soriana a la que se le entregó la encomienda para velar por el correcto funcionamiento de las instalaciones eléctricas, aquí se presenta un servidor (un fin de semana, vaya desgracia) para volver a hacer el ridículo nuevamente. Porque como tampoco me leen los de la oposición, sino los cuatro incondicionales de siempre, bastante crudo lo llevo. Pero por mí que no quede.

Después de que la del número 4 –la de la derecha en el sentido de la circulación– estuviese un par de meses en tinieblas, tuve un chute de alegría cuando hace unas tres semanas acudieron en una mañana dos vehículos con tres operarios. El que conducía el coche se dio un par de vueltas por la urbanización, tras el encendido pertinente y observó que también había otra en la calle Tomás de Iriarte más negra que los sobacos de un grillo. Se puso en marcha el camión grúa y los otros dos trabajadores (el que dirige el cotarro y el que se mete en la cesta) acometieron las labores de rigor. Y yo en el balcón. Porque alguien debe fiscalizar, ¿no?

Entre pitos y flautas, una hora. Te juro que cuando se marcharon funcionaban las dos perfectamente. Me quedé contento y satisfecho. Y cuánta alegría cuando por la noche se encendieron todas. La calle volvía a ser la de siempre. Hombre, no es que sea un dechado, pero vamos escapando.

Muy satisfecho estaba en la azotea –inveterada manía de subir después de cenar con el cepillo de dientes en la mano– mirando hacia el Norte, observando si la Estrella Polar seguía en el lugar que le encomendó la Osa Menor y si la Mayor giraba en el sentido correcto, cuando,  de pronto, la dichosa farola quiso prestarse a la contemplación estelar y, de camino, a que Effico siguiera ahorrando unos euros. Y volvió a apagarse, la muy condenada.

Y así lleva, algo parecido a un intermitente de solo dos tiempos (uno muy corto y el otro casi eterno), desde que aquellos tres operarios arrancaron la caña. Algunas noches –mal contadas– se enciende con las demás, pero al rato se cansa y se manda unas siestas de campeonato. Otras, las más, ni hace el más mínimo esfuerzo y decide permanecer a oscuras toda la noche. Y todo el día, me imagino, pero como cuando el alba hace acto de presencia dejo de fijarme, lo mismo es que tiene el sueño cambiado. Mañana miraré con más detenimiento.

Y ahora en serio. Háganme el favor de trasladárselo a Domingo. Que me han dicho que es un concejal diligente. Me da que la bombilla está bien, pero algo falla en el mecanismo restante. Y deberá corresponder a la empresa precitada la reposición de los artilugios deteriorados. Como el canon que debemos abonarle es cantidad fija, si no insistimos no moverán un dedo. Cuanto menos alumbren, más ganancias.

Oye, ¿y por qué no llamas por teléfono al ayuntamiento? Porque no me da la realísima gana. Mientras no repartan el sueldo los bien pagados, yo no me gasto un céntimo en hacer su trabajo. Menos mal que una vecina enciende la del balcón. Pero yo, con  esto de la subida de precio, un churro. ¿Y qué estás haciendo a través de este medio? Es distinto, escribir es una necesidad vital. Me alimenta y me entretiene. Y me lo paso bien. Como la farola me queda enfrente, cóctel servido.

Bueno, mañana sí que me tumbo a la Bartola (¿o me tiro?). Y el lunes, creo, recurriré a la muerte de un cura. Ya te contaré.

viernes, 18 de junio de 2021

80. La cruzada de la moda

La Defensa Social, órgano de la Junta Diocesana de Acción Católica [18 de junio de 1921, año I, número 25, página 7], se publica los sábados, con censura eclesiástica, redacción y administración en el Palacio Episcopal, director don Restituto Tenés, Teniente Coronel de Artillería retirado e Ingeniero Industrial; colaboradores: veintidós hombres. Y como muchos, obviamente, eran religiosos, a medida que leía el artículo “La cruzada de la moda” (que se corresponde literalmente con la transcripción subsiguiente) me acordé de las declaraciones del tal Padre Báez, ese infausto personaje que puso la guinda, hace un par de días, en el desgraciado suceso que nos ha tenido en vilo durante las últimas semanas. Lo que pone de manifiesto que un siglo después queda mucho camino por recorrer. Lamentablemente.

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La cruzada de la moda

Tengo ante mi vista una invitación a un baile de etiqueta. En ella hay una nota para los caballeros, indicándoles que han de ir con frac o de uniforme, y yo entiendo que esta advertencia es un tanto depresiva.

Dentro de esa etiqueta caben varias prendas que deben tolerarse, como se toleran para el sexo débil, que no necesita prevensiones.

El traje de baile es muy elástico para la mujer, y en esa elasticidad, cada cual se viste o se desnuda, como mejor le place.

Espero no se atreverá ninguna a quebrantar la regla, presentándole en el salón con traje de calle.

Y para visitas o paseos tampoco se le ocurrirá a ninguna usar el traje de baile o el que tiene para dentro de casa, ni en esta se permitirá la libertad de recibir a nadie en traje de baño.

Que la mujer se forme el propósito de asistir a un baile de trajes o de máscaras, y con mucha anticipación se estará ocupando del modelo, la tela y el tipo que trata de imitar.

Y en todos esos vestidos suele sujetarse a la regla de la moda, mas o menos exajerada, pero se sujeta por aquello del qué dirán, por no ser extravagante.

De manera que, obediente a la costumbre, a la moda o al que dirán, la mujer no se atreve a hacer un papel ridículo en la sociedad.

Para donde no se muestra tan sumisa, ni le importan reglas ni advertencias, es para ir al templo. El Papa, los Obispos y el Clero, y todos los periódicos católicos, han emprendido una campaña contra los trajes indecorosos, contra las indecencias de la moda, que va despojando a la mujer del pudor y la vergüenza.

El Papa Benedicto XV ha dicho recientemente: una buena madre, no debe permitir que sus hijas sean esclavas de una moda que desdice de la honestidad.

Y sin embargo, de tantas exhortaciones, para que se respete la santidad del templo, la Iglesia de Cristo, y que para visitarla no se olviden los saludables preceptos de la modestia cristiana, la mujer se hace la sueca, desdeña todas las advertencias y tiene el valor cínico, por no usar otras palabras, de presentarse en la Casa de Dios, y acercarse a la Sagrada Mesa, tan deshonestamente vestida, creyendo sin duda que agrada, y provoca pasiones nobles, cuando en realidad sucede todo lo contrario.

Precisamente aquella que dijo el poeta: por donde quiera que voy…

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Cuando terminé de transcribir, pensé en varios medios de comunicación audiovisuales de rabiosa actualidad y me pregunté si la denominada Edad de Piedra seguía en vigor. O si algunos personajes fueron hibernados y les arrimaron la chispa, bastantes décadas después, por lugar equivocado. Lo mismo sí, porque explicación lógica no parece haber. Sean felices, que ya queda menos para cobrar. Por cierto, ¿alguien se acuerda de los retornos, que era como una paga extra para los trabajadores de la platanera?

jueves, 17 de junio de 2021

79. Ineptitud

Los Realejos se reivindica como el municipio más fiestero de España. Es titular de El Día. Con la foto de marras. Porque les gusta más un cartel que a un bobo una tiza. Con mis respetos al bobo. Y lo del titular, obvio. La falta de capacidad de la tropa popular realejera es ya de traca. Si tuviesen un mínimo de vergüenza se abstendrían de estas apariciones, porque solo vienen a demostrar que a la ausencia cuasi permanente del alcalde, se une un vacío existencial preocupante. Bien haría el grupo de gobierno en llevar a cabo una modificación de crédito presupuestario para detraer un buen pellizco de la generosa partida de publicidad y propaganda y destinarla a crear otra encaminada a la contratación de un equipo psicopedagógico que estudie en profundidad si las neuronas –de haber existido– continúan en su sitio o se han copiado la táctica del escaqueo.

Insatisfechos con sisarse cuanta propuesta sea presentada por los concejales de la oposición (eso sí, dejan transcurrir un tiempo prudencial por si alguien del pueblo se da cuenta), resulta que alcanza tal grado su torpeza, que deben aprovecharse  de aquellas iniciativas populares con las que pudieran obtener pingües beneficios, traducidos, claro, en réditos electorales. Y el concejal de fiestas se ha convertido en alumno aventajado de Domínguez. Me comentan que ya se le veían maneras en sus tiempos de instituto.

El pasado año, unos jóvenes realejeros crearon un grupo de trabajo denominado Islenium, a través del cual idearon diversos proyectos. La pandemia ha posibilitado el que se deba agudizar el ingenio para adaptarse a esta nueva realidad. Uno de ellos consistía en crear una marca personalizada por cada una de las fiestas que en nuestra geografía municipal se dan cita, “unas píldoras audiovisuales de las respectivas comisiones de fiestas”. Todo ello con la finalidad de promocionarlas y divulgarlas. En fin, una seña de identidad realejera abierta al mundo, aprovechando, por supuesto, el auge y desarrollo de las nuevas tecnologías.

Debió pensar el grupo popular que no solo el ayuntamiento les pertenece, sino que cualquier movimiento interesante que se produzca en esta Villa de Viera es, asimismo, de su exclusiva propiedad. Dado que sus múltiples liberados (quince, más la tira de adhesivos) no cobran por pensar sino por figurar (y a las sesiones de fotos me remito), bastante trabajo tienen con estar al acecho. Cada vez estoy más convencido de que los títulos alegados en los currículums respectivos debieron ser obtenidos en sendos cursos por correspondencia (hoy serían on-line), porque la presencialidad exige unos sacrificios que no atisbo ni en pintura. Y aunque existen genios sin estudios e idiotas con un doctorado, a tenor de lo que se observa, me da que en este Realejos norteño mucho está fallando. Yo creo que hasta la famosa Línea Verde les sirve como chuleta. O si no, ni se recatan en demandar el traslado de historias y anécdotas surgidas en los festejos a través de los tiempos. Lo dicho en anteriores ocasiones: trabajen ustedes y nosotros pasamos a fin de mes por la entidad bancaria. Ni un elefante con paperas, oiga.

Uno de los jóvenes aludidos, al comprobar cómo la idea era plagiada sin el más mínimo rubor y sin citar, según uso y costumbre, autoría, se lamentaba amargamente de la nula deferencia de quienes rigen los destinos del municipio. Al menos un gesto con la pertinente invitación para colaborar en la iniciativa.

Cuando ya me encuentro en la quinta tanda de los ‘ta’ (haz cálculos) y nada debo a reyes del mambo, si me percato de tropelías –como las que cometen estos copiones de tomo y lomo; vaya ejemplo para el común de los ciudadanos, aunque, afortunadamente (para ellos) están ciegos, sordos y mudos– no dejo pasar por alto la oportunidad para denunciar, bien alto y claro, lo caro que nos salen nuestros representantes. Y todo ese dineral (esas bastantes decenas de miles de euros) para comprobar la ineficacia de un nutrido grupo. Porque si demostraran que valen, que aportan, que ponen sobre la mesa iniciativas propias, te consolarías. Al menos como un mal menor. Pero cuando evidencias que las seseras dan menos que una vaca seca, haces cruces (los creyentes) cuando te pagan la pensión y comparas con los emolumentos de quienes esperan sentados que les llegue la inspiración… de otros. Es lo que hay. Y aún  existe un amplio grupo de ciudadanos que sostiene que los susodichos son de lo mejorcito que ha pasado por el ayuntamiento. Con lo que deduzco que en este pueblo hay un gravísimo problema de memoria. Debió irse de excursión con las neuronas concejiles.

Y a los del colectivo Islenium, paciencia, que no hay mal que cien años dure. Si este revés les ha servido para despertar, bienvenidos sean. Y tranquilos porque habrá más desengaños. Y desengañados.

miércoles, 16 de junio de 2021

78. Desde Agulo

Es una manía, lo sé. Pero con ella no solo me entretengo, sino que me culturizo un fisco. Y cada vez que husmeo en periódicos de años idos (110 años, verbigracia), me convenzo de que el periodismo impreso ha perdido muchos enteros con los adelantos tecnológicos. Porque lo que ganamos por un lado, lo hemos degenerado en el noble arte de escribir. Como el periodista actual no sale de la redacción, sino que espera a que los gabinetes de prensa escupan comunicados más que interesados (sesgados), aquello que antaño llamábamos redacción pasó a mejor vida.

Sin más, La Opinión (periódico liberal-conservador), ejemplar publicado el 16 de junio de 1911 (viernes), año XXXIII, número 5637, páginas 1 y 2, unas ‘Notas gomeras’ del redactor-corresponsal en aquella isla. En el convencimiento de que el amigo Ricardo J. Valeriano Rodríguez, cronista oficial de Hermigua, tendrá en sus archivos mucha más documentación al respecto que esta simple nota que transcribo, más por mera curiosidad que por su valor histórico (que también).

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Regreso

Después de una corta ausencia en la Capital de la provincia, durante la cual tomó posesión del cargo de Diputado Provincial para el que tan acertada y dignamente fué elegido, se halla entre nosotros don Leoncio Bento Casanova, á quien cordialmente saludo y felicito.

Obituario

El día 23 de Mayo último pasó por el inmenso dolor de perder á su único hijo el niño Manuel Tomás, mi distinguido amigo D. Ramón Lugo Alonso, sobrino político del cumplido caballero y rico propietario de este pueblo D. Ramón Bento Casanova. A la conducción del cadáver del malogrado niño, cuyo fallecimiento ocurrió en la vecina villa de Hermigua, concurrió gran número de personas de las más significadas del pueblo próximo y la mayoría de los de Agulo, dando con ello una prueba de aprecio y consideración que por aquí se le tiene á los padres del desaparecido para quienes deseo resignación cristiana suficiente á consolarles de tan sensible ó irreparable pérdida y á quienes, sinceramente, acompaño en su pena.

Visita

La ha girado en la pasado semana á las escuelas publicas de esta isla el digno Inspector provincial D. Antonio Arocha García. De la impresión sacada de esta visita por el recto é ilustrado funcionario mucho pudiéramos argumentar; pero el cronista noticiero sólo se limitará a decir lo que le consta; y ello es, que, de las escuelas de niños, como desgraciadamente en la isla solo existe una, la que regenta en Vallehermoso D. Pedro García Sánchez, ésta, no por ser la única, sino por las aptitudes de su digno Director y los progresos de la misma, mereció el beneplácito del celoso funcionario que acaba de visitarla.

En cuanto á las de niñas, que en todos los pueblos funcionan normalmente, el Sr. Inspector las halló, en lo que á las Directoras atañe y se refiere, dignas de su aprobación. No asi, dicho sea con franqueza, todos los locales donde las mismas se hallan funcionando. Entre las escuelas en propiedad que merecen especial mención por el celo y cumplimiento de sus ilustradas y dignas Maestras son las de Agulo y Hermigua, á cargo de doña Aurelia Hernández Arocha y la señorita Adolfina Ramírez Viera, respectivamente. De la primera poco puedo decir que no sea conocido: baste saber que ostentando el título de Maestra Superior y con catorce años íntegros de servicios en la penosa profesión del Magisterio no ha disfrutado un solo día de permiso. Esto lo dice todo.

De la señorita Adolfina Ramírez, Maestra en propiedad de Hermigua, si sólo hablase de sus méritos tendría poco que decir con significar que es una de las más celosas de la provincia, de las más activas y amantes de la carrera y de las que á conciencia desempeñan su cargo; pues como esta Maestra está aún sujeta á un expediente, no diré que injusto, pero sí tramitado por culpas completamente ajenas á ella, es deber de conciencia periodística, (permítase la frase) dedicarle unas cuantas líneas. Para ello, no hablaré yo: me limitaré á transcribir alguno de los conceptos que en el acta de visita ha hecho constar el Sr. Inspector, haciendo, como siempre, justicia y cuya acta he visto. Si desde que el Sr. Arocha está al frente de la inspección de esta provincia no tuviese que desde antes de estarlo la tiene en sus largos servicios en otras provincias la merecida fama de justicioso y recto, con sus solos conceptos para la Maestra á que me refiero bastaría para sobreseer aquel expediente, hecho, tal vez y sin tal vez, por causa de la apatía y negligencia, ó quizás intrigas de las Juntas locales anteriores á la actual, para la que también el Sr. Inspector ha tenido frases de elogio. Pues bien; en esa acta se consigna entre otras honrosas para la Maestra estas palabras: “La clase está bien organizada y se notan grandes progresos tanto en la educación cuanto en la instrucción de tan considerable número de alumnas que asisten por término medio; y tanto las autoridades locales, cuanto los padres de familia están muy contentos y satisfechos de la conducta y del celo de la mencionada Maestra”. Estas palabras solas desmienten cuanto de la señorita Adolfina Ramírez ha querido decirse gratuitamente y que por el placer de hacer daño se ha escrito.

Hagamos justicia á quien justicia merece.

Otra de las escuelas que mereció buen concepto del Sr. Inspector es la que interinamente regenta en Vallehermoso doña Rosa Bento Martín, por su adelanto y celo de su maestra.

Otra visita

La verificaron á esta isla los nuevos sacerdotes don Antonio Pérez Hernández y D. Nicolás Torres Carballo que acompañaban al joven presbítero Ldo. en S. Teología é hijo de Hermigua don Maximiliano Darias Montesino.

Felicito á los nuevos sacerdotes por la terminación de sus carreras; pero de un modo especial á mi querido amigo el ilustrado y joven licenciado Sr. Darias y á su señor padre D. Sebastián mi distinguido amigo, digno maestro de La Laguna.

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La foto, ‘robada’ del perfil de Facebook del mencionado Ricardo Valeriano, es de los años treinta del pasado siglo (periodo histórico de la II República) y pertenece a la zona de El Palmarejo (Hermigua).

martes, 15 de junio de 2021

77. Endiosamiento

Nos indica el DRAE (siempre excelente recurso) que significa altivez extrema. Y los últimos acontecimientos habidos en mi ayuntamiento, parecen señalarme que algo de eso puede existir en el seno del grupo de gobierno. Da la impresión de que tres mandatos con mayorías absolutas han dado lugar a demasiados tics autoritarios. Y no es sospechoso, ni sectario, un servidor, dado que en más de una ocasión he sostenido –por escrito, para que quedara constancia, que las palabras se las lleva el viento– que no todos eran iguales. Pero debe haberse cumplido aquello de que los que duermen en el mismo colchón –metáfora pura y dura– se vuelven de la misma condición. Los dictados del jefe supremo causan ya efecto y la metamorfosis hace acto de presencia.

Tras el revuelo armado con motivo del veto a la presencia de Fidela Velázquez en la presentación del libro El Legado, de Juan José González, el grupo municipal del PSOE ha dado un paso al frente y ha pedido la dimisión de la concejala de Cultura, Isabel Elena Socorro González, amén de solicitar del señor alcalde (en sus ratos libres), Manuel Domínguez González, que dé las oportunas explicaciones acerca de tan turbio proceder. Que no tiene justificación alguna y que demuestra las pocas luces de quien no sabe diferenciar posibles discrepancias políticas con eventos institucionales. Y del que, desgraciadamente, alguien se aprovecha para, como siempre, darle la vuelta a la tortilla y arremeter contra quienes osan denunciar el hecho, utilizando de manera espuria medios públicos, que nos pertenecen a todos y que no constituyen patrimonio de unos cuantos. Práctica que se ha venido convirtiendo en habitual contra determinadas personas, con nombres y apellidos, contando con la aquiescencia de quienes, supuestamente, deben velar por el interés general y no ser cómplices de vejaciones que rayan la indecencia más absoluta y que embarran más aún la tan denostada política.

La pasada semana, Podemos ha denunciado ante la fiscalía el pago de dos másteres, a sendas concejalas populares (Carolina de los Ángeles Toste Hernández y María Noelia González Daza), con cargo a los presupuestos municipales. Hecho que el propio PP realejero reconoció en la sesión plenaria del pasado mes de enero, pero que considera como una costumbre histórica y que, según González Daza, está bien desde el punto de vista ético, moral y legal.

Que sea práctica legal o no, ya se dilucidará en el estamento pertinente. Pero que sea ético, máxime cuando los estudios cursados (como fueron on-line, lo mismo guardan ciertas concomitancias con los de Pablo Casado; ven cómo todo se pega) no guardan relación alguna con las competencias de las áreas desempeñadas en el Consistorio, se necesita demasiada imaginación para sostener la aseveración. Ya bien quisiera cualquier estudiante gozar de privilegios tales. Porque cuando se disfruta de un generoso sueldo, amén de otras prebendas, podría tildarse de enorme caradura el que seamos los realejeros los que corramos con los gastos de  esas ‘actividades extraescolares’. Creía un servidor que el dinero de mis impuestos iba destinado a otros quehaceres.

Como sostiene el señor Domínguez González que este hecho no tiene nada de extraño, que es  práctica histórica, que se lleva a cabo en todas las instituciones públicas y que se recoge en la correspondiente partida presupuestaria, alguien que desconoce el funcionamiento actual de la administración local, un servidor (pues creía que esa dotación económica iba dirigida al perfeccionamiento de los funcionarios municipales y no de los políticos de turno), le exige dé a conocer públicamente qué otros cargos en épocas pretéritas (porque también gobernó el PSOE) se han beneficiado de la medida, poniendo sobre la mesa, además, las  cantidades abonadas. Cuando se presume de una calificación sobresaliente en Transparencia (el papel lo aguanta todo), qué menos podría yo requerirle. Soy consciente del poco tiempo del que dispone, pero haga un esfuerzo en aras de esa limpieza. Deje, siquiera por unos momentos, el puerto de Fonsalía, y otras nimiedades, y atienda a su cocina, no sea que se le tizne más todavía.

En gente tan religiosa, como se presupone, tan dada a los golpes en el pecho (aunque en la intimidad no difieran de los mortales más comunes, por ejemplo cuando se aprovechan de leyes progresistas, recurridas ante instancias judiciales, para beneficio propio), yo sostendría que esta praxis (la de los másteres, la de los vetos, la permisividad radiofónica…) es pecado mortal. Y creerse dioses, de excomunión. Pero, claro, esta óptica, dada mi condición de no creyente, no vale un pimiento.

lunes, 14 de junio de 2021

76. Pollaboba

Original manera la del grupo de gobierno en el ayuntamiento realejero para soslayar un hecho lamentable: el veto impuesto (censura) a la prologuista de un libro, cuyo acto de presentación (casa municipal de la cultura) fue incluido en el programa de las recientes fiestas de mayo. Y no conforme el partido popular con imponer su derecho de (no) admisión, se permite ahora el que desde la emisora municipal se continúe con las acostumbradas diatribas. No solo para insistir en la campaña de acoso y derribo a la persona cuyo pecado consistió en abrir la ventana de una nueva publicación, sino que, además, se arremete inmisericorde contra todo aquel que ose comentar el tristísimo avatar.

Corresponde, por lo visto, correr tupido velo por el insignificante desliz y aplaudir a rabiar la valiente decisión de la concejala. Porque poner de manifiesto tu disconformidad, puede significar una ingente avalancha de improperios y descalificaciones. Debemos obedecer a pie juntillas y acatar, impertérritos, los dictados de la superioridad. Ni los jefes se equivocan ni los súbditos deben erigirse en árbitros. Y no se te ocurra ir a consolar tus penas en la música pachanguera de Radio Rumberos, porque yo, y solo yo, sigo siendo el rey. La ley del embudo, harto conocida. O fonil, en canario. Menos mal que un excelente amigo sigue defendiendo nuestra idiosincrasia lingüística y espetaría un rotundo pollaboba: persona imbécil, cretino.

Se está alcanzando un punto de muy difícil retorno. Este particular enfoque de la libertad de expresión –la de ellos, que la nuestra no vale un céntimo– parece causar indescriptible regocijo en las filas de quienes en la actualidad han de regir los destinos municipales. Y cuando insultos, vejaciones, insidias y demás denuestos son aplaudidos por las paisanas de turno –aquellas que, probablemente, se ahoguen con la lectura del primer párrafo de la obra de marras (o, a lo peor, ni eso– y aleccionadas las unas (y el ¿otro?) desde la institución que debería velar por el exquisito trato informativo, amén de la correcta distribución de los dineros públicos, uno se cuestiona si el artículo 20 de la constitución española es patrimonio de todos o un mero abrigo de unos pocos.

Vuelvo a mi artículo del 4 de junio. Y retomo las palabras de Luis María Ansón y Luis Calvo, respectivamente: “El periodismo español, sobre todo el audiovisual, se ha empobrecido. En la búsqueda voraz de las audiencias o de los anhelados clics se atropella el honor y la privacidad, se insulta y se deslizan reiteradamente insidias que arruinan honras y prestigios”. “Se puede discrepar, incluso de forma total, del adversario, pero sin utilizar nunca ni el insulto ni la insidia. Eso descalifica al periodista”. Pero, claro, Ansón y Calvo son unos ceros a la izquierda. Personajes asaz inútiles. Qué decir de aquellos que osamos garabatear cuatro letras.

La emisora municipal, en determinada franja horaria, debe competir por las audiencias. Porque tal cuestión deberá llevar aparejada, al parecer, la notoriedad del presidente de su consejo de administración. Órgano en el que ni siquiera se sienta quien pudiera (o pudiese) “deslizar reiteradamente insidias que arruinan honras y prestigios”. Maldita falta que le hace, porque él es el puto amo. Que para eso es un profesional como la copa de un pino. Que bate récords cada mañana con sus programones, que consisten en abrir el micro a las llamadas telefónicas de las mismas (versión coral femenina de cierto grupo musical de las décadas de los 60 y 70 del pasado siglo), quienes ratifican (confirman, corroboran, revalidan, fortalecen, certifican, legalizan, sancionan, afirman) un día sí y el otro también, las diatribas (injurias, ofensas, afrentas, improperios, escarnios, invectivas, sermones, peroratas) estentóreas (resonantes, rimbombantes, estrepitosas, clamorosas) del no va más de la comunicación. A perdonar tanta aclaración entre paréntesis. Es por si me leen. La vena de maestro, ya saben.

¿Y el resto? Calladitos están más guapos. ¿No hay más tropa, incluidos cargos públicos, con dos dedos de frente en este pueblo? Claro, pero no siguen los consejos del Padre Antonio (q.e.p.d.): de cobardes no ha escrito la historia nada. Menos mal que el grupo socialista ha dado un paso al frente y solicita la dimisión de la concejala, amén de que el alcalde dé alguna explicación de lo sucedido. Que se quedará en un gesto. Las mayorías permiten esquivar forúnculos, pero, poco a poco, el pueblo deberá despertar de su letargo. Las orgullosas palmeras también bajan a barrer el asfalto.

Estimados Salvador y Fidela: sigamos ejerciendo ese albedrío, a pesar de que alguno se empeñe en acaparamientos obscenos, obviando la riqueza contenida en el DRAE con respecto al derivado del latín libertas. Como dijo Blas de Otero: Pido la voz y la palabra. Y con ellas derribar los muros de la necedad y la censura, que en pleno siglo XXI pesan más que una tristemente famosa losa. Aunque se presuma de victorias, vencer no es convencer, que sentenciara Unamuno. En fin, voy a buscar el paraguas porque se avecina una tormenta e intuyo que no tendré suficiente protección con el sombrero. Pero vendrá bien (la lluvia) después de tanto calor.