Sin más, La Opinión
(periódico liberal-conservador), ejemplar publicado el 16 de junio de 1911
(viernes), año XXXIII, número 5637, páginas 1 y 2, unas ‘Notas gomeras’ del
redactor-corresponsal en aquella isla. En el convencimiento de que el amigo
Ricardo J. Valeriano Rodríguez, cronista oficial de Hermigua, tendrá en sus
archivos mucha más documentación al respecto que esta simple nota que
transcribo, más por mera curiosidad que por su valor histórico (que también).
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Regreso
Después de una corta ausencia en la Capital de la provincia,
durante la cual tomó posesión del cargo de Diputado Provincial para el que tan
acertada y dignamente fué elegido, se halla entre nosotros don Leoncio Bento
Casanova, á quien cordialmente saludo y felicito.
Obituario
El día 23 de Mayo último pasó por el inmenso dolor de perder
á su único hijo el niño Manuel Tomás, mi distinguido amigo D. Ramón Lugo
Alonso, sobrino político del cumplido caballero y rico propietario de este pueblo
D. Ramón Bento Casanova. A la conducción del cadáver del malogrado niño, cuyo
fallecimiento ocurrió en la vecina villa de Hermigua, concurrió gran número de
personas de las más significadas del pueblo próximo y la mayoría de los de
Agulo, dando con ello una prueba de aprecio y consideración que por aquí se le tiene
á los padres del desaparecido para quienes deseo resignación cristiana
suficiente á consolarles de tan sensible ó irreparable pérdida y á quienes,
sinceramente, acompaño en su pena.
Visita
La ha girado en la pasado semana á las escuelas publicas de
esta isla el digno Inspector provincial D. Antonio Arocha García. De la
impresión sacada de esta visita por el recto é ilustrado funcionario mucho
pudiéramos argumentar; pero el cronista noticiero sólo se limitará a decir lo
que le consta; y ello es, que, de las escuelas de niños, como desgraciadamente
en la isla solo existe una, la que regenta en Vallehermoso D. Pedro García Sánchez,
ésta, no por ser la única, sino por las aptitudes de su digno Director y los
progresos de la misma, mereció el beneplácito del celoso funcionario que acaba
de visitarla.
En cuanto á las de niñas, que en todos los pueblos funcionan
normalmente, el Sr. Inspector las halló, en lo que á las Directoras atañe y se
refiere, dignas de su aprobación. No asi, dicho sea con franqueza, todos los
locales donde las mismas se hallan funcionando. Entre las escuelas en propiedad
que merecen especial mención por el celo y cumplimiento de sus ilustradas y
dignas Maestras son las de Agulo y Hermigua, á cargo de doña Aurelia Hernández
Arocha y la señorita Adolfina Ramírez Viera, respectivamente. De la primera poco
puedo decir que no sea conocido: baste saber que ostentando el título de
Maestra Superior y con catorce años íntegros de servicios en la penosa
profesión del Magisterio no ha disfrutado un solo día de permiso. Esto lo dice
todo.
De la señorita Adolfina Ramírez, Maestra en propiedad de
Hermigua, si sólo hablase de sus méritos tendría poco que decir con significar
que es una de las más celosas de la provincia, de las más activas y amantes de
la carrera y de las que á conciencia desempeñan su cargo; pues como esta
Maestra está aún sujeta á un expediente, no diré que injusto, pero sí tramitado
por culpas completamente ajenas á ella, es deber de conciencia periodística,
(permítase la frase) dedicarle unas cuantas líneas. Para ello, no hablaré yo:
me limitaré á transcribir alguno de los conceptos que en el acta de visita ha
hecho constar el Sr. Inspector, haciendo, como siempre, justicia y cuya acta he
visto. Si desde que el Sr. Arocha está al frente de la inspección de esta
provincia no tuviese ─que desde
antes de estarlo la tiene en sus largos servicios en otras provincias─ la merecida fama de justicioso y
recto, con sus solos conceptos para la Maestra á que me refiero bastaría para
sobreseer aquel expediente, hecho, tal vez y sin tal vez, por causa de la
apatía y negligencia, ó quizás intrigas de las Juntas locales anteriores á la actual,
para la que también el Sr. Inspector ha tenido frases de elogio. Pues bien; en
esa acta se consigna entre otras honrosas para la Maestra estas palabras: “La
clase está bien organizada y se notan grandes progresos tanto en la educación
cuanto en la instrucción de tan considerable número de alumnas que asisten por
término medio; y tanto las autoridades locales, cuanto los padres de familia
están muy contentos y satisfechos de la conducta y del celo de la mencionada
Maestra”. Estas palabras solas desmienten cuanto de la señorita Adolfina
Ramírez ha querido decirse gratuitamente y que por el placer de hacer daño se
ha escrito.
Hagamos justicia á quien justicia merece.
Otra de las escuelas que mereció buen concepto del Sr.
Inspector es la que interinamente regenta en Vallehermoso doña Rosa Bento
Martín, por su adelanto y celo de su maestra.
Otra visita
La verificaron á esta isla los nuevos sacerdotes don Antonio
Pérez Hernández y D. Nicolás Torres Carballo que acompañaban al joven
presbítero Ldo. en S. Teología é hijo de Hermigua don Maximiliano Darias
Montesino.
Felicito á los nuevos sacerdotes por la terminación de sus
carreras; pero de un modo especial á mi querido amigo el ilustrado y joven
licenciado Sr. Darias y á su señor padre D. Sebastián mi distinguido amigo,
digno maestro de La Laguna.
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La foto, ‘robada’ del perfil de Facebook del mencionado
Ricardo Valeriano, es de los años treinta del pasado siglo (periodo histórico de
la II República) y pertenece a la zona de El Palmarejo (Hermigua).
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