sábado, 24 de abril de 2021

40. Tal día como hoy (y 2)

Transcribo ahora el anexo rimado que antes mencioné:

Me gustaría contarles / la historia de dos chiquillos, / a quienes voy a mentarles / como Pepillo y Juanillo. // Que eran los nombres corrientes / de unas décadas atrás, / las de cruces en las frentes / y las de parches detrás. // Vivieron nuestros actores / en medio de plataneras, / acostados en las flores, / subidos en las higueras. // Y fue Pepillo un rubianco / medio metido y travieso, / que en la época de Franco / sufrió la leche y el queso. // No pienses que yo te engaño, / sé muy bien lo que me digo, / una tarde sintió daño, / tuvo la culpa un descuido. // Pellizcando fisco a fisco, / el pan se le consumió, / y casi se queda bizco / del tortazo que alcanzó. // Con la cabeza agachada / en la fila se coloca, / y dirige la mirada / al pedazo que le toca. // Tiende su mano inocente / en demanda del sustento, / pero en el fondo presiente / que se aproxima el tormento. // Después de alcanzar, medita: / Si va todo al mismo lado, / ¿por qué el maestro se irrita, / a qué viene tanto enfado? // No había pan para untar, / mas ni siquiera por eso, / quiso un momento dejar / aquel cachito de queso. // También le tocó a Juanillo / una caricia alcanzar, / fue a robar piñas de millo / y lo acaban por trincar. // Quería la mercancía / pa´ animar la fogalera, / trajo las manos vacías, / pero fuerte cagalera. // Con las ganas se quedó / de comérselas turradas, / una paliza alcanzó: / ¡madre mía, qué meniada! // Se le quitó toda el hambre / y debió quedar contento; / de haberse enterado el padre: / ¡ay, señor, pa´ qué te cuento! // Los hermanos eran buenos / fabricando diversiones, / pasaban ratos amenos / y juguetes: ¡a montones! // No se llamaba balón, / sino era una pelota; /el material del plantón, / con garapas de bellota. // Las canchas en los caminos, / dos piedras las porterías, / ni botas ni tenis finos, / y lonas: ¡el que tenía! // Un molino de tunera, / y para el carro una lata, / un cacho de palo era / una pistola barata. // Había imaginación / que no costaba dinero, / para hallar la diversión / les bastaba su salero. // Los chicos desconocían / la palabra aburrimiento, / con poco se entretenían, / y no creas que es un cuento.

Y para concluir esta doble entrega, con el consejo de que sigamos leyendo en el formato tradicional, me apetece reproducir un texto que me remitió el amigo Pedro Ángel Gómez Barreto, un todoterreno en el mundo de la comunicación (fundamentalmente en la faceta de los deportes), amén de perito en protocolo y organización de eventos, presente siempre en cuantas ocasiones lo he invitado (personalmente o como miembro de la A. F. de Higa) a varios acontecimientos  culturales o festivos, y que tras muchos años de trabajo en el ayuntamiento de San Juan de la Rambla, queda aún más unido al bello pueblo norteño con la incoación del oportuno expediente que habrá de concluir, a buen seguro, con su nombramiento como Cronista Oficial. Somos tantos los que nos adherimos a la propuesta, máxime cuando el acuerdo plenario fue unánime, que todo eso que queda por contar de aquella Villa, según sus manifestaciones en Diario de Avisos, irá cayendo poco a poco:

“Enhorabuena y muchas felicidades por el acto de presentación de tu libro. Las cosas amenas, agradables y con gente que sabe hablar: el amigo Cándido, sencillamente genial; la editora estuvo bien; tus palabras fueron magníficas y creo, sinceramente, que Francisco Linares puso el broche de oro con su alocución.

Lo que más me impresionó fue la gran cantidad de gente que te quiere y aprecia y eso siempre es de agradecer, porque no siempre se ve tanta gente en la presentación de un libro y ya llevo muchas presentaciones a mis espaldas.

Amigo Jesús, felicidades por tu libro, que compré y me despisté para que me lo firmaras; ya te ‘agarro’ en otra ocasión. Cuando tenga tiempo de leerlo te envío mi crítica.

Y no me puedo olvidar de la Agrupación Folklórica de Higa, genial como siempre su repertorio que hizo todo muy agradable, pero tanto el público como un servidor nos quedamos con ganas de que la noche se alargara un poco más.

Me agradó ver gente de San Juan de la Rambla y eso me viene a demostrar tu sencillez humana, tu amistad para con tu gente y, sobre todo, tu ‘internacionalidad’ que atesoras de amistades de otros pueblos.

Como dijo alguien, el mayor tesoro que una persona puede tener es contar con muchos amigos y yo me considero agraciado de tenerte en mi ‘fortuna’.

Un fuerte abrazo, Pedro Ángel Gómez Barreto”.

Qué más puedo pedir. Estas, y otras, son las sorpresas que te da el disco duro cuando te dedicas a husmear. A perdonar la extensión, que precisó de dos entregas, y que imposibilitó el séptimo resumen semanal de este sábado. El próximo será. Si no vuelvo a sumergirme en el arcón del abuelo. Déjalo, que volvemos a ponernos sementales (¿otra vez?), perdón, sentimentales, en qué estaría yo pensando. Feliz fin de semana.

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