Se extrapola aquella costumbre de años idos con la de esas
comunidades autónomas –suelen ser, para no variar, las que andan a la greña con
Pedro Sánchez– que se han empeñado en comprar vacunas sin intermediación. Ni el
gobierno nacional, ni la Unión Europea, ni zarandajas varias. A negociar
directamente. Incluso para la adquisición de las que aún no poseen la oportuna
certificación del órgano competente. Verbigracia, la rusa Sputnik-V. En el
hipotético supuesto de que ello fuese factible, me imagino que los posibles
efectos secundarios de las dosis administradas serían, asimismo, una
consecuencia más de la pésima gestión de Carolina Darias y de Fernando Simón.
Para no variar.
Otro que se sube al carro de los despropósitos es el alcalde
santacrucero. Don José Manuel Bermúdez –elevado a los altares por obra y gracia
de doña Evelyn Alonso, una ciudadana del grupo mixto– pretende reunirse con
dirigentes de Binter y Aena para planificar un incremento de conexiones con la
Península y Europa. Me recuerda a las congregaciones en Fitur. Donde cada
ayuntamiento vende sus atractivos como si el turista que fuese a venir a Los
Realejos, por ejemplo, no alquilara un coche y, acostumbrado a las grandes
distancias de territorios continentales, se plantara en cualquier lugar de la
isla sin mayores contratiempos. Así que el señor Bermúdez, sin consultarlo con
la almohada, se lanzó a la piscina de la Plaza de España, y gritó a todo pulmón
que vengan más aviones. Habilitaremos una pista paralela a la Avenida de Anaga
y los forasteros no tendrán que sufrir los engorrosos trámites burocráticos de
los dos aeropuertos convencionales. Ay, señor, para qué darle cabeza a quien no
tiene cogote.
Por libre debe ir también algún medio impreso cuando anuncia
como mal tiempo en Canarias la probabilidad de lluvias. Serán estos encumbrados
(que no enchumbados) los que piensan que las papas se riegan de manera
exclusiva con el sudor de los campesinos. Lo que debería ser considerado como
una bendición, viene a resultar una desgracia meteorológica. Lo que hay que
leer. Si se demanda tiempo soleado por el reclamo turístico, que no olviden que
con la pandemia la afluencia está algo pachucha, por lo que no vendrían mal
unos buenos aguaceros para las recargas pertinentes. Menos mal que don Cipriano
de Arribas y Sánchez, farmacéutico que fue de nuestro pueblo, en su libro A
través de las Islas Canarias, defendió la benignidad de nuestra famosa panza de
burro. Ópticas, seguramente.
A lo loco, por último, los redactores de las frases que
luego transcribiré. Porque pensarán estos modernos que todos los que consumimos
prensa somos tan inteligentes como ellos. Y darán por hecho que antes de ir al
quiosco a comprar el ejemplar o, los más atrevidos, introducirnos por los
vericuetos informáticos (a veces a duras penas), poseemos idéntico bagaje al de
tan ilustres seseras:
Una ‘start-up’ canaria presenta ‘Transcripciones de Plenos’.
La start-up canaria ICC Labs está probando un nuevo enfoque.
ICC Labs ha implementado una tecnología de speech-to-text a
partir de…
Dice mi amigo Humberto Hernández que debemos estar
orgullosos de nuestro dialecto canario, que es nuestro principal patrimonio
cultural. Y ya está. Mañana volveré a pasar por el muro de La Montaña. Hasta
entonces.
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