2 y 3. Hierro. Aprovechando el momento en que Liborio quiere
encaderar, Juan Padrón traba débilmente al de Tegueste y lo vence.
A Liborio le sustituye Angelito; da éste una palmada
preciosa, pero se sostiene Padrón y deja sentado a Ángel Alvarez; al contrario
de lo que le sucedió el domingo pasado, perdió Angelito el jueves una lucha que
pudo considerar suya.
4 y 5. Tenerife. Un toque limpio, muy bueno, de Santana derrota
a Juan Padrón, saliendo entonces por el Hierro, Justo Hernández que trabaja
decidido y con mucho arte, pero Santana atento y listo, lo saca habilidosamente
y Justo es derrotado.
6. Hierro. Esta lucha dio motivo para una preciosa contra de
Wifredo Mérida que vence a Santana al pretender este tocar por dentro.
7 y 8. Tenerife. Alvaro Canino, más conocido por Alvarote, y
mas conocido aún por sus simpatías y lo que promete, encadera con todo su poder
a Wifredo y vencido éste gana también Alvarote la lucha contra Ramón Hernández.
9, 10, 11, 12 y 13. Hierro. Son los momentos felices del
notable luchador Juan Padrón Pérez; uno a uno, claro está, fuéronle presentando
lo más escogido entre lo fuerte:
Cae Alvarote con un toque pa atrás marca Leonardo; con una
palmada digna del cuerpo de su adversario vence Padrón a Juan Martín Ramos; C.
García sigue idéntico camino que Alvarote; la expectación aumenta cuando sale
Aureliano Albertos; Aureliano consigue armar su lucha favorita, pero Padrón en
vez de echar la mano en tierra, la aferra a su contrario hasta rendirle.
El público se entusiasma con el trabajo limpio de Padrón
Pérez a los pocos momentos tiene el herreño frente a su poder, el poder del
maestro Emilio Rivero.
Rivero se apodera rápidamente de la pierna del contrario;
Juan Padrón espera y asecha y así pasan varios segundos terminando la escena
con un magnífico traspiés alto que hace girar a Emilio con toda la rapidez de
su mismo impulso al querer levantar al luchador herreño. Este es justamente
ovacionado.
14. Tenerife. La gente se ahoga a toda prisa y Manuel García
en vista de que Juan Padrón no se retira, agarra con él en dos ocasiones y con
una defensa de muslo, su lucha ideal, vence a su contrincante. Orador y
luchador en una sola pieza, aquí del refrán: lo cortés no quita lo valiente.
15. Hierro. Acisclo vence a Manuel García.
16. Tenerife. Acisclo Sánchez y Francisco Hernández. Pancho
trabaja con mucha fé y después de muchos esfuerzos inútiles por uno y otro,
Acisclo cae medio encaderado al pretender tocar para atrás.
17. Hierro. La lucha de la tarde. Pascual Hernández agarra
con Francisco Hernández; Pancho suspende toda la actividad que había desplegado
con Acisclo, porque conocedor del paño, no quiere descuidarse esperando algún
acontecimiento; y en efecto, al agarrar por segunda vez; un traspiés de
Pascual, pero no un traspiés corriente, sino de una forma y en una posición,
que solo Pascual puedo explicar, da en tierra con el poderoso jigante [sic],
que esto venía a ser Pancho junto a la figura endeble del grande y veterano
maestro de maestros.
Fué premiado el trabajo de Pascual con grandes ovaciones y
regalos en efectivo.
18, 19 y 20. Termina. El buen luchador Julián Hernández
termina el encuentro con el Hierro derrotando á Pascual Hernández, a Manuel
González y a Miguel Padrón, destacándose el dominio de Julián y la defensa de
Pascual que puso en peligro al hijo de Hipólito. Total, diez luchas contra
diez.
Aprovechando la presencia de tres luchadores canarios el
espectáculo tiene una segunda parte muy interesante, previo discurso breve si
que también lacónico de Manuel García.
Francisco Saturno y Antonio Pérez fueron derrotados por
levantada y cadera por Mariano Cabrera, demostrando antes ambos luchadores que
eran buena gente.
El luchador canario que quedaba era nada menos que
Mandarria, encadera este rápidamente y Mariano trabando el cango, obtiene uno
de sus mayores triunfos, venciendo a Mandarria que apreció prácticamente el
valor de ese luchador cuyos cangos y levantadas, son el non plus ultra de la
elegancia. Los aplausos a Mariano se oyeron en toda La Laguna.
En esta lucha fueron también notas que dieron mayor realce al
espectáculo el orden, y el compañerismo y buenos deseos de todos los
luchadores.
Estamos de enhorabuena”.
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Nada que añadir ante semejantes y prolijas crónicas. Se me
podrá alegar que en la actualidad el deporte se ha diversificado. Cierto. Pero
el periodismo se ha empobrecido. Y me remito al candente asunto del volcán de
la isla de La Palma. De vergüenza. Si no estuviese sumergido en este
entretenimiento luchístico, yo
también hubiese explotado con más de una figura de los medios de comunicación.
Incluiría, por supuesto, a la televisión canaria. Esa que pagamos todos y que
ha fletado hacia la Isla Bonita a todos su reporteros. Amén de prominentes
presentadores de informativos que cubren en directo el “circo” desde el
pertinente set televisivo con casco, mascarilla y gafas de soldar. Échense un
higo.