A Reyes le sale el Capitán
retirándose también después de una lucha, por serle imposible resistir debido
al cansancio.
La última lucha de Rafael Déniz con José Rodríguez Martín,
vence el primero por levantada.
En resumen, resultó vencedor el partido de esta capital por
18 luchas contra 13. Durante el espectáculo hubo momentos de verdadera emoción,
arrojando muchos de los espectadores dinero en abundancia.
Nos congratulamos de que se hayan corregido los muchos
defectos de que adolecía esta clase de espectáculos. El de ayer llevado a cabo
dentro de la mayor corrección, es debido a la buena organización llevada a cabo
por el Fomento de luchas canarias de esta capital”.
El Imparcial,
página 3:
“Tuvieron las que ayer se verificaron en nuestro circo
taurino, momentos de verdadera sensación, pues los encuentros se caracterizaron
por una agilidad pasmosa y un esfuerzo de atletas, distinguiéndose grandemente
cuantos luchadores tomaron parte en este sport, genuinamente canario, y el cual
es preciso que no decaiga sino que, cada día, se le coloque en el mayor auge,
ya que la afición responde cumplidamente a los requerimientos de las dos
Sociedades: la de La Laguna y la de esta Capital, la que ayer logró vencer a su
contrincante por cinco luchas de ventaja”.
El Progreso,
página 1:
“Un buen domingo; muchas agarradas maestras; muchos
aplausos; algunas pesetas en el terrero; más aún en la taquilla y varios
talegazos de órdago.
Vencedores los del Fomento, por 5 luchas de ventaja.
Rompieron marcha Cedrés, del Fomento y Agustín González de
la Laguna. Cayó éste y tras él Celestino Expósito y Melián.
Derriba a Cedrés Victoriano Rodríguez y a éste Miguel Ríos,
que quitó además a Manuel Hernández, Baez y José Alvarez.
Este Ríos se lució de verdad. Es luchador joven y fino que
promete mucho. Tiene una cadera digna de un ama de cría.
Eustiquio Valencia lo quitó por un buen desvío y a Eustiquio
lo eliminó Adrián, que cayó a manos de Manuel Valencia, que luchó bravamente
vindicando a las costillas de su tío. Simeón tumbó a Valencia y fué tumbado por
Juan el guarda, después de haberse
encomendado a Dios ante la inminencia de la echada.
Y tenemos en el terrero la sonrisa socarrona del Zurdo. Viene ladeando la cabeza como un
padrito y después de varias agarradas en tabla, tumba al guarda y a Isidro Dorta.
Marianito quita Tavío y sale Rosas que fuchó a Mariano.
Un majorero a quien llaman Chocho y que se parece al príncipe heredero de Serbia, remolina y
tumba a Rosas, cayendo debajo de Angelito, que hizo una faena elegantísima como
suya. Agarró después con Ricardito al que venció, y con el Zurdo y a consecuencia de un golpe tuvo que retirarse.
Pancho el de la
Caldera acabó con el Zurdo y el Chiflado, que puso ayer el más
enfurruñado de sus entrecejos tiró a Pancho, cayendo de una soberbia palmada
del hijo de Hipólito, el cual tiró
también al Sopo y a Ricardo Campos.
Juan Reyes el hombre de la burra y del cango quitó luego al
de Hipólito.
Fué esta la lucha más emocionante y movida de la tarde.
También Iuchó Reyes con el Marchante y empató sin caída con el Capitán.
Y con una levantada de Déniz a Pepe el de la Venta se acabó la jornada.
Anoche oimos a unos jóvenes folieros que cantaban a una
muchacha:
Ten cuidado no te caigas / de espaldas en el terrero, / que
tu novio quiere echarte / el cango del Majorero.
Que venga a luchar si quiere / de Canaria el Patamocho, / que
pa su brazo tenemos / aquí la nariz del Chocho.
Rosas para el remolino, / Ríos para la cadera / y pa
palmadas pa atrás / Panchito el de la Caldera.
No anda el auto del Petudo / sino con mucha bencina / y el
Chiflado tumbó a diez / con bonos de las cocinas.
Estaba firmada esta original crónica por un tal Camacho.
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