El Progreso, 4 de
junio de 1917, página 2:
“En la Plaza de Toros. La lucha de ayer
Ante una numerosísima concurrencia, jamás vista en esta
clase de espectáculos en esta Capital, verificóse ayer en el circo taurino, la
sensacional lucha entre los diez afamados atletas de la vecina isla del Hierro
y los veinte más notables luchadores de Tegueste, La Laguna y esta ciudad.
El espectáculo resultó de lo más emocionante que hemos
presenciado y los millares de personas que como espectadores asistieron a él
salieron en extremo satisfechísimas.
Los héroes fueron, por el partido de Tenerife, José Martín,
Angelito, Déniz, Eusebio García, Albertos y Julián Domínguez, y Juan Padrón y
Pascual Hernández, por el del Hierro.
Eusebio derribó a los tres maestros Acisclo Sánchez, Juan
Padrón y Manuel González.
Pascual cayó a manos de Déniz.
El resultado de las luchas fué de 10 a favor de Tenerife por
7 de los del Hierro”.
Y la prometida y prolija información en Diario de Tenerife, 5 de junio de 1917 (martes), páginas 1 y 2:
“Luchas canarias en la Plaza de Toros entre El Hierro y
Tenerife
Algún tanto dificililla es hoy nuestra tarea de repórter.
Quisiéramos hacer un esfuerzo y emplear un vocabulario
propio de los grandes acontecimientos, pero nos asalta el temor de que el
asunto no responda a nuestros deseos y
queden desfiguradas y doloridas la verdad y la justicia que inspiran siempre
nuestras impresiones.
Duró la lucha del Domingo muy poco tiempo; Ia suerte puso
mala cara al grupo herreño; quedaron en pie la mayor parte de nuestros
luchadores; no sucedió, para decirlo de una vez, lo que el público esperaba y,
sin embargo, la concurrencia no salió descontenta.
Cayeron los hombres del Hierro, pero su derrota no puede
calificarse de fracaso; ninguno, de los diez hombres que formaban el grupo
adversario de Tenerife quedó ante el público como un mal luchador. Y por esto;
porque caían como buenos en la lucha con otros tan buenos como ellos, el
encuentro del Domingo, a pesar de su corta duración y de su resultado
completamente distinto del que todos calculábamos, sostuvo la animación
dejando, si acaso, al final una impresión agridulce; mezcla de satisfacción y
desconsuelo que lejos de matar el entusiasmo, creemos nosotros que será nuevo
acicate de curiosidad para los próximos encuentros.
Desilusionados y tristones quedaron los que habían puesto
las esperanzas y afanes de emociones en el afamado Acisclo Sánchez, víctima
ayer de un golpe, de desgracia y de la musculatura de hierro del poderoso
Eusebio García; los que se imaginaron un desfile de la flor y nata de nuestros
luchadores rendidos a Ios pies de Juan Padrón y Pascual Hernández; los que
habían afirmado como indiscutible el triunfo de la gente del Hierro sobre la de
Tenerife.
Pero a disipar el descontento se agolpaban también las notas
de gallardía que nos ofrecieron los de uno y otro bando; el heroísmo de Alvarote
y las palmadas asombrosas de Juan Padrón; el trabajo de Mariano y la defensa
triunfante de su contrincante Manuel González; el juego admirable de Pascual
todo maestría, deshaciéndose impotente contra el arte, una vez más ratificado
de José Martín (el Sopo); Angelito vencedor en la agonía; Eusebio, convertido
en héroe de la tarde y Déniz con su arma favorita de la cadera, señalándose
como botón de muestra de las reservas que aún quedaban al partido de Tenerife.
El encuentro de ayer fue indudablemente una sorpresa, y los
principalmente sorprendidos habrán sido los luchadores herreños.
Los partidos de Santa Cruz, de La Laguna y Tegueste y Tejina
tienen cada uno un cuadro de luchadores completo; se ha aguzado el ingenio en
un largo entrenamiento y raro es el luchador que ignora los resortes curiosos e
interesantes de nuestro deporte regional. EL domingo quedó nuestra lucha
triunfante como nunca.
Pudo llamarse la fiesta de la lucha canaria.
Estuvo el espectáculo bien organizado, no hubo incidentes
ningunos y el público, un lleno completo, que en algunos momentos desbordó su
entusiasmo estuvo correctísimo y premió con grandes aplausos a los luchadores
herreños que se distinguieron.
Y como en honor a la verdad no encontramos otras impresiones
generales que trasladar a las cuartillas, pasaremos a referir lo que nos
ofrecieron los 17 encuentros, uno de ellos en tabla, que se celebraron el
Domingo.
1º. Tenerife. ¿Quién es el primero que en nombre de Tenerife
se atreve a pisar el terreno? El simpático Alvaro Canino tuvo este honor; fué
premiada su valentía con el triunfo contra Juan Padrón.
(finalizamos mañana)
No hay comentarios:
Publicar un comentario