jueves, 9 de septiembre de 2021

125. Una semana para enmarcar (3)

¿Y qué me dicen ustedes de Pepito El Sopo? Pues nada, que estuvo todo un soporífero y supermonumental.

Tres luchas nada más. Lo suficiente para acreditar su merecido cargo de capitán y de entrenador del equipo de esta Capital y del sobrenombre de su Majestad Pepe El Sopo.

Le tocaron tres fornidos teguesteros: José Alvarez, Andrés Hernández y Pedro Rodríguez.

Venció al primero por una contra de la palmada para atrás; al segundo, por una levantada con remolino y toque por dentro y al último por una levantada y cango por dentro (Lluvia de aplausos y pesetas).

El Sopo fue vencido por Pancho el de la Caldera y Brito por Juan Martín Ramos.

Las demás luchas, por extensa de esta reseña, nos vemos obligados a no detallar cómo de costumbre.

Baste saber que todas fueron interesantes y que los aplaudidos luchadores de Tegueste y Tejina, honraron a su viejo maestro Rivero, demostrando que son de lo mejorcito con que cuenta el deporte regional desde Gracia para arriba.

Porque desde la ermita para abajo, hay que reconocer que contamos con una pléyade de luchadores que ya, ya…

La nota final de la tarde fué el encuentro del notable luchador lagunero Ángel Alvarez (Angelito) y el no menos notable Manuel Mora (el Indio), que nos obsequiaron con unas preciosas luchas, tal como las exige el arte en este deporte regional.

Angelito venció a su contrario por 4 magistrales luchas, contra 3, también monumentales, de El Indio.

La segunda pareja, compuesta por Victoriano Rodríguez y Juan Mesa, desarrollaron también interesantes luchas, resultando vencido este último por 3 a 2.

El próximo domingo se verificará un segundo encuentro de los luchadores de esta capital y los de Tegueste y Tejina, en un amplio local de este último pueblo.

¡A Tejina, pues, el domingo!

¿Y el Zurdo? ¿Por qué no luchó el domingo este simpático y famoso luchador.

Firma: El amigo Melquiades”.

Y de la luchada de vuelta, celebrada en Tejina el siguiente domingo (día 11), el 12 de marzo de 1917 (lunes), estas referencias de las cabeceras que se indican:

La Prensa, página 2, amparado en el titular: Revistillas, la fiesta regional

“San Bartolomé en Tejina... cada santo en su lugar.

Día memorable el de ayer para nuestra fiesta regional. Lucha en pleno campo, a la sombra de unos viejos laureles, con buen sol, buen vino, y buenos luchadores... Y todo esto en medio de una paz geórgica, entre canturías de capirotes y alegre rumor de aguas en las acequias... ¿Qué más queríais, ilustres campeones?

No faltaba más que un poeta regional, inflamado de bucólica inspiración, que a la mitad de la lucha nos hubiese leído unos bellos romances cantando aquel panorama, aquel sol y aquel sabor a la tierra. Pero nuestros poetas, que suelen estar en todas partes, no aparecieron ayer por Tejina. Unicamente se dejó ver Gil Roldán. Pero a Ramón, después que le hicieron presidente honorario de las luchas como quien dice, el mariscal Joffre, le ha dado por tomar demasiado en serio el papel. Y nos quedamos sin poeta y sin melodía.

Fué una lástima, porque el espectáculo bien merecía un cantor que estuviese a la altura de las circunstancias. ¿Y Crosita? ¿Dónde estaba ayer el vate regional, que tampoco se dejó ver por tierra tejinera? En fin, queridos lectores, a falta de inspirados poetas conformaos con esta prosaica y deslavazada reseña.

Decir que Tejina se vistió ayer de gala para recibir a los forasteros que la visitaron, sería hablar de lo que ya se sabe, tratándose de pueblo tan rumboso y hospitalario como aquel. Hubo hasta cohetes voladores, surcando los espacios. Y si no hubo repique de campanas, fué porque la crisis del tomate, tan aguda y tan ruinosa en Tejina, le ha quitado el humor hasta al sacristán de la Parroquia. ¡Oh, los empaquetados, las charcas, los tomateros y las tomateras!... ¡Cuánta alegría y cuánta abundancia ayer! ¡Cuánta soledad y cuánta desolación hoy!

El pueblo, sin embargo, no ha perdido todos sus atractivos. Y te quedan sus mujeres. Una morena y una rubia vimos ayer, presenciando la lucha, que ya las quisiera Castalia para su concurso de beldades.

Pero, ¿a qué seguir hablando del panorama? Ya hemos dicho que era digno del estro de un poeta. Y de la concurrencia ¿qué decir también de la concurrencia? Que era de lo más selecto de Las Canteras abajo, aumentada y realzada por centenares de touristas santacruceros. Y claro es que no faltaron ni el presidente del turismo, ni algún miembro de la antigua X, ni el señor cura del lugar, para hacer honor a tanto huésped.

En una sola frase compendió Antonio Recco, qué es un espíritu bastante observador, la impresión que todo aquello causara al visitante, en presencia de tan lucida romería:

¡Ni la coronación de la virgen de Candelaria!...

(finalizamos mañana)

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