miércoles, 5 de mayo de 2021

47. La joroba

El presidente del Grupo Parlamentario Popular, Manuel Domínguez, en unas declaraciones que he podido leer en eldigitaldecanarias.net (también en Diario de Avisos), censura abiertamente la política migratoria del Gobierno de Canarias, que se ha puesto de perfil ante el ejecutivo de Pedro Sánchez.

El diputado regional del PP reconoce, no obstante, que la solución es complicada, pero “no seremos cómplices de esta situación ‘in extremis’ a las que nos ha llevado el Gobierno de Canarias y, por extensión, el del Estado con su negligente política migratoria”.

Pues qué quiere que le diga. Muy bien. En su papel opositor, aquí y en Madrid, es lo que corresponde y lo que uno espera. Además, no seré yo quien le reproche absolutamente nada, pues entiendo que este particular de la inmigración no se está llevando bien y no constituye un dechado de virtudes en la gestión de ambos ejecutivos. Demasiada descoordinación y acciones contradictorias, con una imagen que ponen en entredicho demasiadas cuestiones. Y añado: un escaqueo del Delegado del Gobierno en Canarias, cuando la situación requiere, y lo pide a gritos, una mayor implicación y demostrar otros mimbres ante una realidad desbordante.

El señor Domínguez, también presidente insular del Partido Popular, añade: “Vemos como cada día el Gobierno de Canarias pone en marcha su política propagandística y cada cual de los integrantes del pacto de las flores se derivan las responsabilidad los unos a los otros”.

Debo serle franco en relación con esta última aseveración y, con todos los respetos que usted me merece, don Manuel, alcalde-presidente del Excelentísimo Ayuntamiento de la Villa Histórica de Los Realejos, no me queda más remedio que, usando un lenguaje lo más coloquial posible, indicarle que la ha cagado. Sí, ha manchado las confesiones periodísticas con ese grave desliz de la política propagandística, que yo me he permitido poner en negrita en el párrafo anterior.

Cómo se le ocurre caer en semejante contradicción. Siento señalarle que es conveniente, siquiera de vez en cuando, mirarse su propia joroba. Porque achacar al contrincante el pecado que usted comete con inusitada frecuencia, es, cuanto menos, un error de astronómica magnitud. Basta un somero repaso a la sección de noticias en la web oficial del ayuntamiento (mejor, del PP, porque  de la oposición, nada de nada, mutis por el foro), para cerciorarse del empacho fotográfico y lucimiento de palmito por las acciones más nimias en la gestión municipal. Además, como el gabinete de prensa no ha sido previamente advertido, va y lanza la información en los momentos en que usted debería hallarse en el puesto de trabajo por el que percibe generoso sueldo y debe a él una dedicación exclusiva. Porque algunos realejeros –tanto o más de lo que lo puede ser usted– sí nos percatamos de las incongruencias habidas en el ejercicio de sus múltiples cargos, que no ocupaciones. Lo malo es que somos pocos aquellos que debemos tener los ojos abiertos a lo que ocurre y usted se aprovecha del permanente estado catatónico de la inmensa mayoría de sus votantes. Que me expliquen, si no, dónde demonios tienen puestas sus vistas. Y el resto de sentidos.

Y la amenaza de que su eurodiputado (Gabriel Mato) emprenda cualquier iniciativa, espero y deseo que llegue a mejor puerto que la del señor Cañete (el que come yogures caducados) en relación con la Rambla de Castro. ¿Le recuerdo la foto con él, en presencia de Adolfo, en el Mirador de San Pedro?

Son tantos lo ejemplos a exponer de la precitada web popular, perdón, del ayuntamiento, que podríamos hacer un prolijo vídeo con la composición fotográfica de los muchos logros esgrimidos y que vienen a ser, en la mayoría de los casos, una mera enumeración de acciones para el mantenimiento de los servicios a los que todo consistorio está obligado. ¿O es que no hay que atender los jardines, las calles, los cementerios, los colegios…? Algunos con un montante económico tan ridículo que causa vergüenza ajena el exhibicionismo tan descarado de retratos. Y cómo les gusta un cartel. Eso, la tiza del bobo. Unos simples ejemplos para mis estimados lectores:

Sustitución de la red de aguas de la calle García Estrada: 9.800 euros (¿qué quiere, que la reparen los vecinos?). Subvenciones a la innovación agrícola y ganadera: 9.600 euros (una mezquindad). Jardinería floral por primavera: 6.000 euros (claro, no va a ser en invierno). Reposición del vallado del campo de fútbol de Icod el Alto (si lo tiró el viento de febrero de 2020 y ya pagó el seguro, ¿procedía otra cosa?). Campaña de desratización (sin comentarios). Huertos urbanos de La Gorvorana (¿qué pasó con los de La Frontera?). 500 feromonas para combatir la polilla de la papa (¿y?). Instalaciones de El Campo (detallen, por favor, el tinglado de la permuta y su montante económico, amén de connotaciones familiares). Semillas y frutales: 5.000 euros (mercado tinerfeño abastecido). Mejoras en los cementerios (no, los iban a acondicionar los difuntos). Comunicación de incidencias (2.690, que no es moco de pavo) en la vía pública [foto] a través de la aplicación denominada “línea verde” (los vecinos deben ver lo que quince liberados, más asesores, no han vislumbrado, pero no lo descuentan del jornal mensual).

Ay, Manolo, pajas en ojos ajenos y no vigas en…

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