He ido hoy con la intención de darme un baño en su flamante
piscina. Había leído en Diario de Avisos que el ayuntamiento la había ‘recepcionado’
el 28 de febrero de 2019 en un acto, convocado a bombo y platillo por el entonces
presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso (CC), y al que no acudió el
alcalde guanchero, Antonio Hernández (PP), alegando que aún no estaba
terminada. Antes de seguir con el asunto que nos concita, aclarar que el verbo
recepcionar, al que recurrió el diario para señalar la aceptación de la obra
por parte del ayuntamiento, solo es utilizado, según la RAE, en Argentina,
Nicaragua, Perú y Uruguay, pero en el sentido de recibir ondas de transmisión
de aparatos de radio y televisión. De ahí el entrecomillado.
A lo que íbamos. Denunciaba, y con toda la razón del mundo,
el señor alcalde que todavía faltaba la urbanización exterior, el equipamiento
de aquellas dependencias, barandillas de acceso e instalación eléctrica, amén
de otras minucias que sí podrían entrar en el capítulo de gastos municipal. Por
ello se negó a estar presente en el acto (preelectoral, para más inri) que se montó
–digámoslo con la debida propiedad– el dirigente de CC, tan añorado ahora (a
conejo ido…) por algún portuense que contribuyó a la debacle de esa formación
política (se han quedado con una representación de dos concejales) en el edificio
de El Penitente. Y que en la actualidad continúa, erre que erre, con cantinelas
de piscinas, parques y puertos.
Declaraba Antonio Hernández en aquel entonces (más de dos
años) que no podía prestarse al juego inaugural, pues al día siguiente sus
vecinos le exigirían la apertura inmediata y ello no iba a ser posible con las
carencias que aún presentaba la piscina. Así, sin aspavientos, sin levantar la voz y sin llevar a cabo los espectáculos mediáticos (circenses) a los que sí estamos acostumbrados
en mi pueblo por parte del fotogénico. Desgraciadamente.
Pero ya se sabe que los infortunios nunca vienen solos. Y
hubo que añadir –ni que decir tiene que la piscina sigue cerrada a cal y canto–
otra gravísima contrariedad debida a filtraciones por el rebosadero. ¿Qué
ocurrió? Pues que al subir el nivel del líquido para comprobar la impermeabilización,
el coladero no era normal y salió agua por otros espacios, incluso por la
fachada. Me imagino que el ahora portavoz de la oposición en la institución insular
entenderá que cuatro gotas. Hasta se cayó una parte del techo en la zona
exterior. Como para haber estado abierta al público, señor Alonso.
Estos pequeños contratiempos significan apenas unos 600.000
euros, de los que 450.000 van a ser aportados con cargo a los presupuestos
insulares, compromiso adquirido por su actual presidente, Pedro Martín (PSOE),
a quien el alcalde agradece su intervención, esperando que en el transcurso de
un año, aproximadamente, se puedan ver culminados estos trabajos y ponerse en
funcionamiento de una vez, tanto el vaso principal como el destinado a las
actividades terapéuticas.
Este es, lo añado yo, el mismo Cabildo que es puesto en
solfa por los restos de CC portuenses en incierta tele. La que queda AHORA después
de la espantada de unos de los socios por cuestiones de repartos de comisiones
y otros guindas dinerarias. Dios los cría y ellos se disgregan. Lo malo es que
los realejeros sensatos (no las ingenieras, economistas, arquitectas, filólogas,
juristas… que llaman cada día para… déjalo que te conozco) debemos AHORA
soportar el doble de embates. ¿Encriptado yo?
Qué diferencia en el modo de actuar de dos alcaldes del
mismo partido y ambos de esta zona norteña. Menos mal que me queda el recurso
de darme una vuelta (que no un baño, por AHORA, ¿vas a seguir?) de vez en
cuando. Y si no bajo al Cantito. O me mando un arroz caldoso en Las Aguas.
¿Cómo? ¿Lo de la censura? La próxima semana.
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