Gaceta de Tenerife,
8 de octubre de 1917, páginas 1 y 2:
“La lucha de ayer en Las Palmas
La concurrencia a la lucha de hoy ha sido extraordinaria, superando
a la de los encuentros pasados.
El público quedo satisfechísimo de los soberbios encuentros
que presenció.
Ninguno de los partidos resultó triunfante, pues quedaron
empatados apuntándose cada uno 13 encuentros.
Hubo las siguientes luchas:
1ª. Fuerteventura. Un
luchador majorero apodado El pollo vence a José
Sosa por una levantada.
2ª. y 3ª. Gran Canaria. Manuel
Sosa triunfa del Piel Roja y de José
Delgado por sendos desvíos.
4ª. Tenerife. Una levantada con encaderamiento de Rafael Déniz (Cañero) da en tierra con Manuel Sosa.
5ª. Gran Canaria. Déniz
es derribado por una pardelera de Laureano
Sosa.
6ª. Tenerife. Una buena cadera de Manuel García (Chiflado) tumba a Laureano. El Chiflado no sigue luchando.
7ª. Fuerteventura. José
López tira a Francisco Barrera
por una chascona.
8ª. y 9ª. Gran Canaria. Alejo
Rodríguez levanta a López y
también a Luciano Saavedra (Piel
Roja) derribándolos.
10ª. Fuerteventura. Alejo
no resiste a una poderosa levantada de José
Reyes (El de las balas de harina) y cae.
11ª. Gran Canaria. Fernando
Patamocha levanta hábilmente a Reyes
y gana esta lucha.
12ª. y 13ª. Tenerife.
Eusebio García (Herrero) bota
a Patamochas y a Mandarrias levantando a aquél y encaderando a este. Se retira por
encontrarse enfermo.
14ª. Fuerteventura. Aniceto
Rodríguez queda vencedor de Bartolomé
Espino.
15ª. Gran Canaria. El afamado Rubio de Telde se deshace de Aniceto
por un magnífico desvío.
16ª., 17ª. y 18ª. Tenerife. El noble maestro tinerfeño José Martín (Sopo) obtiene un señalado
triunfo venciendo al Rubio de Telde
por una palmada, a Joaquín Vera por
cogotera, y al Gato por palmada.
Fueron tres luchas admirables.
19ª. Y 20ª. Gran Canaria. Guerra Brito y Rafael Méndez
caen a manos de Antonio Patamocha que
tiró al primero por un desvío y al segundo por una palmada.
21ª. Tenerife. Mariano Cabrera bota a Antonio Patamocha
trabándole la burra.
22ª., 23ª., 24ª. y 25ª. Gran Canaria. Mariano cae al dar un remolino a Gregorio Toledo. Este gana también las luchas con Manuel Mora (Indio), Francisco González (El de las gaseosas)
y Antonio Pérez por cadera, levantada
y burra respectivamente.
26ª. Tenerife. (En la reseña telegráfica no nos dan cuenta
de una lucha ganada por los tinerfeños.)
Desafíos
1º. Tenerife. Mariano
Cabrera vence en tres luchas con tres magníficos remolinos al Pollo de Jinamar, y éste gana las otras
dos por desvíos.
2º. En tabla. El Piel Roja le da dos luchas a Alejo Rodríguez por remolino una y la
otra por tronchada y pierde dos por levantada y chascona. La quinta fué
revuelta.
3º. Gran Canaria. Por cango, cogotera y chascona tira en
tres encuentros Laureano Sosa a José Reyes (El de las balas de harina).
4º. Gran Canaria. En los tres primeros encuentros derriba Manuel Sosa al Chiflado por traspiés, pardelera y desvío. Las otras dos luchas son
para el Chiflado que remolinea en las
dos a su contrincante.
Los desafíos de Rafael Déniz (Cañero) con Antonio Patamocha
y Mandarrias no pueden llevarse a cabo por promoverse discusiones violentas en
el público que degeneraron en un gran escándalo”.
El Progreso, 12
de octubre de 1917, página 1:
“Por los periódicos de Las Palmas nos hemos enterado de que
el domingo último se celebró en el campo España, una partida de luchas entre
aquellos luchadores y los de esta capital, quedando empatados.
Comentándola dice el diario Ecos, de aquella ciudad:
Los desafíos de Mandarria con Sopo y Cañero con Patamocha,
fueron una descarada burla que los luchadores hicieron al público, sin que de
nada valieran las protestas de éste.
El edificante espectáculo que ayer se nos obligó a
presenciar en el campo España, es la señal del inevitable decaimiento de
nuestro sport, las marrullerías de los luchadores tinerfeños debieron ser
cortadas enérgicamente a tiempo, y no se debió someter al público, que atraído
por el espectáculo llena el campo, a aquellos escándalos y ordinarieses [sic].
Los luchadores tinerfeños y Patamocho se hicieron les
enfermos unos, y otros pedían por luchar más dinero. Únicamente la amenaza de
la cárcel pudo reducirlos. Pero el remedio, a nuestro juicio fué peor, puesto
que los remisos se confabularon para abusar de la benevolencia de los
espectadores.
¿De estos escándalos, de estas informalidades, de estas
faltas de respeto y consideración al público, de esta burla descarada, mejor
dicho, quien tuvo la culpa? ¿La Empresa, el jurado, la autoridad, los
luchadores?
Dijimos y sostenemos que el espectáculo de ayer inicia el
decaimiento en Las Palmas del sport canario. El desmedido afán de lucro que
desde algún tiempo a esta parte corroe a muchos luchadores y otras razones más
o menos censurables son la causa fundamental de todo.
Con la informalidad de los luchadores ni la Empresa ni el
Jurado ni nadie puede garantizar el orden de lucha, pero esta no es una razón.
El público a lo menos que tiene derecho es a que se cumpla
el programa anunciado.
La autoridad es pues, ante él, la única responsable de lo
ocurrido”.
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Hasta el próximo lunes, que ya será noviembre. Y en unos días acabaremos con estas entregas dedicadas a la lucha canaria. Será un descanso, porque hay más temas a tratar.