Gaceta de Tenerife,
7 de septiembre de 1917 (viernes), página 3:
“Tinerfeños contra majoreros.
Ayer circularon los programas anunciadores de la gran
luchada que se celebrará el domingo próximo a las cuatro de la tarde en la
Plaza de Toros entre los clásicos luchadores de Fuerteventura y los ya famosos
del Fomento, vencedores, desde hace más de un año, de cuantos equipos se han
presentado en esta Capital.
Por el partido de Fomento lucharán José Martín (Sopo),
Leonardo Morales (Zurdo), Manuel García (Chiflado), Ricardo Campos, Rafael
Déniz (Cañero), Eusebio García (Herrero), José Delgado, Juan A. Jorge (Siete
caballos), Ramón Cejas Leal (de la Orotava), Mariano Cabrera, Manuel Mora
(Indio), Aureliano Alberto, Juan Mesa, Ignacio González y Ramón Herrera.
Los directores de lucha son don Félix López y D. Rafael
Méndez por Fuerteventura y don José Martín (Sopo) por el Fomento.
Actuarán de jueces por el partido de Fuerteventura don José
López y por el Fomento don Luis Delgado.
Además, habrá un jurado compuesto de tres personas
competentes, a cuyas resoluciones habrán de someterse los jueces y los
luchadores.
El entusiasmo que ha despertado esta lucha es
justificadísimo.
Vienen con los luchadores de Fuerteventura, algunos ya
conocidos de nuestro público.
José Reyes, Salvador Guerra, Diego Guerra Brito y Simeón
Morales son muchachos que o aprendieron o se perfeccionaron en el Fomento de
esta Capital.
Pero también pagaron con creces su deuda al Fomento, pues
gran parte de los primeros triunfos de esta sociedad siempre vencedora se
debieron al célebre José Reyes y al notable Guerra Brito.
La burra de Reyes llegó a ser el espanto de los partidos
contrarios; ella se encargaba de quitar del terrero a las figuras más temibles;
hombres poderosos como Francisco Hernández, Julián Hernández, Juan Reyes y
maestros como Emilio Rivero, tuvieron que rendirse asombrados muchas veces ante
el poder del prodigioso cango.
Guerra Brito es una especialidad; con sus luchas
originalísimas, que el mismo no entendía o no explicaba, proporcionó los éxitos
y explosiones de entusiasmo que se recuerdan.
Una de sus mejores tardes fué la del 4 de Marzo en la Plaza
de Toros.
Venció a Victoriano el Merlo, Alvaro Canino, Hilario Alonso,
Marcelino Dorta, Santana, Liborio Pérez y Domingo González.
Simeón Morales, y Salvador Guerra son dignos compañeros de
los anteriores; han sido los dos contrincantes dignos del magnifico luchador
lagunero Ángel Alvarez (Angelito).
Todos ellos supieron conquistarse las simpatías del público
por su nobleza y compañerismo.
Estos son los botones de muestra que conocemos, suficientes
para garantizar un encuentro soberbio.
Falta solamente que, conforme anuncian los programas, las
sociedades respectivas procuren el mayor orden del espectáculo suprimiendo todo
inconveniente que puedan hacerlo pesado.
Por parte de nuestro público no hay temor; está demostrado
que si los luchadores cumplen con su deber, el público de Santa Cruz no olvida
el suyo”.
La Prensa, 10 de
septiembre de 1917 (lunes), página 2:
“Las luchas de ayer. Majoreros y tinerfeños.
Con una entrada considerable se verificó ayer el anunciado
encuentro entre los partidos majorero y tinerfeño.
La plaza presentaba un aspecto animadísimo, viéndose entre
la concurrencia gran número de forasteros.
Actúan de jueces don Luis Delgado, por el Fomento, y don
José López, por Fuerteventura.
A las 4 en punto, ¡rara avis!, salen al palenque los
primeros luchadores.
Son éstos Ramón Herrera, tinerfeño, y Simeón Morales, de
Fuerteventura, este último conocido de nuestro público, que le ha aplaudido
muchas veces por sus artísticas faenas. Y, en efecto, Simeón luce su maestría
con Herrera, y, después de una lucha dudosa, vuelven a agarrar, venciendo Simeón.
(Aplausos al artista majorero)
2ª. Manuel Mora (Indio), de Tenerife, con Simeón. Ambos se
acometen con valentía, y cae Simeón por una magistral lucha de Mora, que nos
demuestra una vez más sus condiciones de agilidad y su certero golpe de vista.
3ª. Manuel Mora con Pedro Camacho, majorero. Este, de más
poder, le derriba por una elegante levantada con cadera.
4ª. Camacho y Juan Mesa (Obispo). Otra levantada de Camacho
da en tierra con su contrario. Y se retira maltrecho el Obispo.
5ª. Manuel García (Chiflado), con Camacho. Manuel viene
dispuesto a no dejarse hipnotizar por los majoreros, y de un formidable toque
para atrás derriba a Camacho. (Aplausos)
6ª. Manuel García y Felipe Avila. Acomete el tinerfeño con
el mismo brío de antes, y se lleva también a Avila con una palmada. (Nuevos
aplausos y algunas pesetas)
7ª. Salvador Guerra, majorero, y Manuel García. Cae también
Guerra, sin grandes dificultades.
8ª. Reyes, el temible profesional de la burra, sale a vengar
a Fuerteventura. Tantea ligeramente a su adversario, y se lo lleva después con
una levantada de las que hacen época. (Grandes aplausos a Reyes)
9ª. Leonardo Morales (Zurdo) y José Reyes. En el público despierta
gran sensación el encuentro de estos dos famosos atletas. Leonardo, enardecido
por los aplausos de sus admiradores, viene con deseos de cumplir bien. Sus ojos,
que atisban recelosos al contrario, parecen irradiar fulguraciones de acero, y
se encorva su cuerpo como un leopardo dispuesto a arrojarse sobre la presa...
El Zurdo, nos decimos todos, viene hoy temible. Comienza la faena. Reyes
arremete con una levantada; Leonardo se defiende con admirable destreza, y los
dos titanes vacilan en el aire. Vuelven a equilibrarse las fuerzas, y se
separan para descansar unos instantes.
(Estalla una gran ovación a los dos inmensos luchadores) Tornan
después a la brega con mayores bríos aún que en la anterior ocasión, y, en una
de sus arrancadas famosas que hace perder la habitual serenidad de Reyes, logra
apoderarse de él con una levantada, y derribar al temible campeón de las balas
de harina…
10. Zurdo y Saavedra (el Piel Roja). Leonardo acomete
bruscamente, pero el majorero, que es todo un maestrazo, le reserva una contra
que deja en la más desairada situación a Leonardo. (Bronca en el público;
discusiones acaloradas; consultas de jueces; jaleo general en los tendidos.) El
Zurdo y Piel Roja vuelven al terrero; intentan agarrar. Leonardo se va a las corvas
del majorero sin esperar el aviso de los jueces. (Nuevas protestas y retirada
del Zurdo por orden de la autoridad competente)
11 y 12. Saavedra, que continúa en el terrero, vence a José
Martín (Sopo), y a Ignacio González. (Ovaciones y pesetas)
13. Déniz y Félix López. El atleta tinerfeño no logra en
esta ocasión imponer sus formidables caderas, y López, que es otro atleta de
gran cuidado y experiencia en estas lides, derriba a Déniz con suma maestría.
14. Félix López y Eusebio García (Herrero). Félix intenta
hacer algunos ensayos artísticos con Eusebio, sin pensar en que lucha con una
de las potencias del arte regional. Y Eusebio, que estuvo a punto de perder el
equilibrio, se rehace y conquista una gran victoria, que el público premió con
una ovación estruendosa.
15 y 16. Eusebio derriba también a los majoreros Rodríguez y
Armas y se retira triunfador después de vencer tres veces.
Desde este momento la lucha comienza a decaer en interés.
Merecen únicamente mención la artística faena de José López
con Ricardo Campos, y el magnífico encuentro de Mariano Cabrera con Guerra
Brito en que vencieron los dos majoreros.
También distinguiéronse en estas postrimerías de la jornada
Aureliano Albertos y Juan Jorge, que resultaron triunfantes.
En resumen: quince luchas para Fomento y diez para
Fuerteventura.
Enhorabuena a vencidos y vencedores por tan interesante
jornada y a la Empresa por el éxito de taquilla”.
(continuamos mañana)
Solo una duda, si desde los antepasados la lucha es corrida hasta que se creo la federacion ¿ Por qué no volvemos a lo mismo que garantizamo espectáculo y no tanta separada?Ello obligaría al luchador de mayor categoría a ir por el de menor categoría. Si hay separada se cambian de silla y regresan más tarde...y de paso se aumenta el tiempo como antaño a los 2 o 3 minutos la agarrada.
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