“La lucha de ayer. Majoreros y tinerfeños.
Con una concurrencia casi igual a la del anterior domingo se
verificó ayer la segunda y última lucha de la temporada, entre majoreros y
tinerfeños.
El espectáculo resultó bastante animado y pródigo en
incidentes.
Los primeros luchadores que se presentaron en el terrero
fueron Adrián de León y Pedro Peña.
Triunfó este último, que cayó después a manos del tinerfeño
Ignacio González. Este derribó también a Avila, majorero, y fué eliminado
después por Pedro Camacho.
José Delgado, de una levantada magistral, da en tierra con
Camacho, y cae con el famoso Guerra Brito, que se lo lleva con un toque por
dentro.
Guerra Brito vence también a Juan Jorge con una estupenda
levantada.
Celedonio Rodríguez (El brigada) suprime al joven Guerra, y
después al hercúleo José Reyes, al que parece no le han sentado muy bien los
aires de su tierra, pues de aquellas sus proezas de antaño no hemos tenido
ocasión de aplaudirle ninguna en esta temporada. Para otra vez será, amigo
Reyes.
Vence al Brigada, por una cogida de corvas, a Aniceto
Rodríguez, y éste es vencido por Leonardo Morales con una cogida de muslo con
su correspondiente levantada.
Leonardo Morales (Zurdo) y Luciano Saavedra (Piel Roja). Se
repiten las escenas poco edificantes del domingo anterior. (Impaciencia en el
público, y retirada de ambos después de varias inútiles intentonas para
derribarse.)
Mariano Cabrera nos hace olvidar las pesadas peripecias de
la lucha anterior, haciendo derroche de su arte. A tres adversarios hizo
sucumbir, entre ellos el maestro José López, y todos fueron derribados con la
suprema habilidad e insuperable destreza que caracterizan a este gran luchador,
de ataques fulminantes y sorprendentes... ¡Bravo por Marianito! Eso es tener
sangre y genio de luchador. (El respetable público aplaude calurosamente al
pequeño héroe, y caen algunas pesetas, no tantas como merecía el campeón.)
Simeón Morales y Manuel Mora (Indio), otros dos atletas del
género fino, nos deleitan con una lucha rápida y movida, como rezan los
cánones. Vence Simeón, que cae después con Aureliano Alberto.
Este es eliminado por José Cano, que a su vez sucumbe con
Mariano. Fué uno de los mejores encuentros que presenciamos ayer.
Otra vez Leonardo y Piel Roja. (Nuevas peripecias, nueva
bronca, y acuerdo del Jurado de retirar a Leonardo por faltar a los preceptos
reglamentarios. Nos parece muy bien. Es preciso luchar como Dios manda, y
guardar, sobre todo, la cortesía y buenas formas, que deben ser requisitos
indispensables en la lucha canaria. Confiamos en que Leonardo entrará al fin
por la buena senda, y hay derecho a exigírselo porque le sobran como a ninguno
facultades para quedar bien. ¿Vale el consejo? Pues a modificarse para otra
vez.)
Remata la fiesta, Déniz, al que puede aplicársele en
justicia el calificativo de luchador magistral, hasta cuando cae... Es el tipo
del perfecto gladiador por sus bizarrías físicas y la distinción de sus
maneras, siempre nobles, corteses y
cordiales. Es, en resumen, un ejemplar que honra a la clásica hidalguía y recia
fibra de los luchadores tinerfeños.
Ayer dejó a gran altura el pabellón de su partido. Derribó
al Piel Roja, a Méndez y a Cristóbal González. Y para todos los vencidos tuvo,
como siempre, un gesto de noble caballerosidad. Porque Déniz cultiva como nadie
la máxima cristiana de levantar al caído, y lo hace con una finura singular.
Así se enaltece el sport isleño.
Y terminó la fiesta con unos interesantes desafíos, que
fueron la nota más animada de la tarde. En ellos quedaron a gran altura Adrián
de León y Simeón Morales (dos a dos), Leonardo Morales y José Reyes (dos a
una), Déniz y Cano (tres a cero), Albertos y Brito (cero a tres) y Jorge y
Chocho (tres a cero). Para todas las parejas hubo grandes aplausos.
Resumen del partido: Tenerife, 14; Fuerteventura, 8.
Unos y otros, majoreros y tinerfeños, rivalizaron en
maestría, proporcionando una agradable tarde a los aficionados.
El notable luchador Félix López, campeón de Fuerteventura,
no pudo tomar parte en la contienda por una luxación que sufre en un pie”.
(finalizamos mañana)
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