jueves, 14 de octubre de 2021

152. Cambios e intercambios (y 4)

Y concluimos el recorrido con esta cuarta entrega. Como escribimos días atrás, luces y sombras. Porque pareció irse apagando el entusiasmo con el transcurso de los encuentros de este intercambio interinsular. Van las últimas pinceladas.

Diario de Tenerife, 28 de julio de 1917, página 2:

“En la plaza de toros se verificará mañana a la tarde el último encuentro entre el equipo de la sociedad Fomento y los luchadores canarios.

Esta partida ha despertado grandísimo interés entre los aficionados”.

Gaceta de Tenerife, 28 de julio de 1917, página 2:

“Por teléfono hemos recibido algunos detalles de la lucha efectuada ayer en el Teatro Leal entre el partido de Gran Canaria y el de Tegueste que dirige el notable maestro Emilio Rivero.

También ayer fué derrotado el partido de Mandarria.

Ganó 15 luchas Tegueste y 9 Gran Canaria.

Se distinguieron mucho del partido de Tegueste los siguientes luchadores:

Melián Rivero que venció por cadera a tres adversarios entre éstos Felipe Monzón.

Marcelino Hernández (hijo de Hipólito) por la originalidad de dos defensas de muslo por dentro con las que venció a José Beatriz y Juan Ojeda.

Julián Hernández (hijo de Hipólito) que venció a Mandarria y a Laureano Sosa.

Juan Díaz que ganó tres luchas.

La última lucha fué ganada por Emilio Rivero contra Antonio Rodríguez.

Del partido de Gran Canaria estuvieron bien Juan Pino y Manuel Marrero.

Y notable de veras estuvo Manuel Sosa que dio las dos palmadas más soberanas y con ellas dos de las luchas más bonitas de la tarde venciendo a Julián Hernández y a Francisco Hernández (el de la Caldera).

El partido de Gran Canaria ha quedado bastante quebrantado; lo atribuyen los luchadores a la forma especial de luchar contraria a su costumbre.

De cualquier modo el único que ha logrado causar la impresión de un luchador interesante es Manuel Sosa.

Queda aún la lucha de mañana”.

Gaceta de Tenerife, 29 de julio de 1917, página 1:

“Esta tarde se verificará en nuestro circo taurino el último encuentro entre los nobles luchadores canarios y laguneros.

Después de la lucha corrida, se formarán dos grupos entre los luchadores de Gran Canaria, que contenderán unos con otros, con objeto de dar a conocer al público y aficionados de esta Capital la lucha canaria mano arriba.

Terminados estos encuentros, habrá un sensacional desafío de cinco luchas entre Laureano Sosa, de Gran Canaria, que agarrará mano arriba, y el luchador del Fomento de esta Capital, Leonardo Morales (Zurdo) que trabará lucha mano abajo”.

Gaceta de Tenerife, 30 de julio de 1917, página 1:

“De mediana solamente puede calificarse el encuentro de ayer tarde entre los partidos de Gran Canaria y La Laguna.

Y si atendemos al orden del espectáculo, nuestro comentario sería muy fuerte; hace mucho tiempo que no presenciábamos desbarajuste tan grande.

Salimos casi a discusión por lucha.

Y lo más triste es que, por vez primera quizás tenemos que reconocer que el tribunal estuvo en algunas resoluciones, poco justo.

Pero esto no es razón para que los luchadores opongan resistencia a los fallos de un jurado aceptado de común acuerdo.

De los luchadores estuvieron muy bien Gregorio Correa que venció a cuatro adversarios; Felipe González que tiró a Laureano Sosa por un gancho que fué casi lo único de la tarde y a Mandarria, por una palmada; también se distinguieron Santiago Cruz, Hilario Alonso, Manuel Valencia y José Alvarez (Moreno).

De Las Palmas nada de particular; Manuel Sosa solo pudo tirar a un luchador y fué vencido por José Rodríguez. 

La Laguna ganó 14 luchas y 10 el partido de Gran Canaria.

Y han quedado terminadas las luchas con el partido de Mandarria.

Hora es de decir que los encuentros no han satisfecho.

No dudamos que la gente de Las Palmas sean buenos luchadores, pero aquí no han podido demostrarlo quizás debido a que el sistema a que están acostumbrados no les permita desarrollar arte ninguno, al agarrar según la costumbre tinerfeña.

Deseamos que la estancia en esta Capital haya sido grata para los luchadores”.

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Un servidor, mero husmeador en periódicos de años idos y nada perito en el noble deporte de la lucha canaria, piensa que sería conveniente una redefinición de los objetivos a cumplir por los diferentes medios de comunicación. Porque el indudable avance de las nuevas tecnologías no se corresponde con la potenciación de eso que pomposamente llamamos canariedad, y que, desgraciadamente (a mi modesto entender), solemos confundir con machangadas de tres al cuarto. Sí, ya sé que las comparaciones resultan odiosas, pero… Mañana más.

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