“Se celebró ayer tarde en el Parque Recreativo la anunciada
luchada entre luchadores de Santa Cruz y Fuerteventura.
El público, que acudió bastante, no quedó todo lo satisfecho
que esperaba.
Desde el principio se hizo muy manifiesta la superioridad de
Santa Cruz; de los luchadores de Fuerteventura muy pocos se distinguían como
regulares y ninguno llegó a merecer el calificativo de notable; junto con ellos
lucharon Salvador Guerra y José Reyes ya conocidos de este público por
pertenecer al cuadro de luchadores, de esta Capital.
Los encuentros en lucha corrida fueron 33; a favor de Santa
Cruz 20 y las 13 restantes ganadas por Fuerteventura.
Se demostró ayer claramente que tenemos en esta Capital,
gracias a la sociedad recientemente formada para el fomento de la lucha
canaria, luchadores bastantes para hacer un dignísimo papel en cualquier terreno;
en las tres primeras luchas ganadas ayer por un mismo luchador y en la mayor
parte de las presentadas en toda la tarde notábase la escuela de una mano
maestra en el noble y simpático deporte canario.
Además de éstas fueron muy interesantes la 27ª, una hermosísima
lucha de dobladillo ganada por un joven de Fuerteventura, y la 32ª en la que
José Reyes, que ya había vencido a otros, logró vencer al ya afamado Leonardo
Morales.
Hubo varios desafíos, en los que hubo de todo, tomando parte
en uno de ellos El Sopo que luchó con
Salvador Guerra a falta de mejor adversario”.
Sin embargo, en la crónica que dos semanas después, 23 de
octubre de 1916, el mismo periódico, Gaceta
de Tenerife, en su página 2, hace referencia a la habida en el mismo
recinto capitalino entre las formaciones de Santa Cruz y La Laguna, torna el
tedio de la primera por el rendimiento de esta otra. Leamos:
“Todo lo que de sosa y aburrida tuvo la lucha del día 8, lo
tuvo de interesante la efectuada ayer entro los partidos de Laguna y esta
Capital.
Treinta y dos encuentros contamos y fueron notas
características en casi todos el orden, la limpieza y la rapidez; algunas de
las luchas fueron sensacionales y en general la tarde toda fué un triunfo para
el deporte canario que logró mantener durante unas tres horas casi, el
entusiasmo y la atención del numerosísimo público.
Consolidó ayer la fama adquirida en poco tiempo Leonardo
Morales, y recogió los primeros laureles Rafael Déniz, un magnifico tipo de
luchador que asegura una notabilidad para cuando los maestros añadan arte y astucia
a su fuerza soberana y buenas disposiciones de Déniz ─permítasenos la frase─
puede decirse también que ha entrado por la puerta grande.
Estuvo también afortunado Pepe Delgado y de La Laguna
Santana y Eutiquio Valencia.
Ganó La Laguna las 1ª y 2ª luchas y para evitar la
desanimación en el partido santacrucero salió Morales para apuntar fácilmente a
favor de Santa Cruz tres luchas (3ª, 4ª y 5ª), Morales descansa.
Santana de La Laguna vence a dos luchadores (6ª y 7ª) y cae
en la lucha 8ª a manos de Salvador Guerra. Este agarra tres veces con el Hijo
de Hipólito siendo vencido el Guerra (9ª) y el Hijo de Hipólito después de
vencer en el encuentro 10ª a Clemente se retira.
La lucha 11ª la gana Leonardo Morales.
Francisco González con mucha limpieza añade las 12ª y 13ª a
favor de Santa Cruz y se retira satisfecho, y tenemos en el terrero al héroe de
la tarde, Rafael Déniz; con poderosas levantadas, reveladoras de una fuerza que
causa admiración, gana las luchas 14, 15, 16 y 17, retirándose.
Eutiquio sale a lucha y se retira también después de ganar
los encuentros 18 y 19.
Rafael Déniz se encuentra aún con ánimos para vencer en dos
luchas más (20 y 21) y se retira definitivamente.
Ricardito, de Santa Cruz, gana la 22 y pierde la 23 que
queda igual que la 24 a favor de La Laguna.
Pepe Delgado da en tierra, siendo muy aplaudido, con el
vencedor de Ricardito y con Hojita y con el Hijo de Hipólito (26, 26 y 27) y es
vencido por Eutiquio en la lucha 28.
Leonardo Morales no quiere quitarse la ropa sin vencer en
dos encuentros más (29 y 30), uno de ellos con Eutiquio.
José el Chico, de La Laguna, gana la lucha 31 y a manos de
Manuel García pierde la 32, quedando terminada la lucha corrida.
Miel sobre hojuelas fueron los desafíos del final, de los
cuales algunos quedaron sin terminar.
Leonardo y Santana quedaron en tabla.
El aplaudido Angelito
y el famoso Sopo agarraron cuatro
luchas; la segunda fué dudosa, las otras tres, en las que hubo preciosas
defensas de una y otra parte, quedaron a favor de El Sopo”.
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