viernes, 27 de agosto de 2021

115. Luces y sombras

O sombras y luces, para ser más exactos. Porque no siempre el acontecimiento deportivo responde a las expectativas creadas. Así, en nuestro peregrinar por los vericuetos de la lucha canaria, recalamos en el 9 de octubre de 1916, cuando el periódico Gaceta de Tenerife, en su página 3, nos da cuenta de otra luchada en el Parque Recreativo de Santa Cruz, que, al parecer, no satisfizo al público que allí se congregó. Veamos:

“Se celebró ayer tarde en el Parque Recreativo la anunciada luchada entre luchadores de Santa Cruz y Fuerteventura.

El público, que acudió bastante, no quedó todo lo satisfecho que esperaba.

Desde el principio se hizo muy manifiesta la superioridad de Santa Cruz; de los luchadores de Fuerteventura muy pocos se distinguían como regulares y ninguno llegó a merecer el calificativo de notable; junto con ellos lucharon Salvador Guerra y José Reyes ya conocidos de este público por pertenecer al cuadro de luchadores, de esta Capital.

Los encuentros en lucha corrida fueron 33; a favor de Santa Cruz 20 y las 13 restantes ganadas por Fuerteventura.

Se demostró ayer claramente que tenemos en esta Capital, gracias a la sociedad recientemente formada para el fomento de la lucha canaria, luchadores bastantes para hacer un dignísimo papel en cualquier terreno; en las tres primeras luchas ganadas ayer por un mismo luchador y en la mayor parte de las presentadas en toda la tarde notábase la escuela de una mano maestra en el noble y simpático deporte canario.

Además de éstas fueron muy interesantes la 27ª, una hermosísima lucha de dobladillo ganada por un joven de Fuerteventura, y la 32ª en la que José Reyes, que ya había vencido a otros, logró vencer al ya afamado Leonardo Morales.

Hubo varios desafíos, en los que hubo de todo, tomando parte en uno de ellos El Sopo que luchó con Salvador Guerra a falta de mejor adversario”.

Sin embargo, en la crónica que dos semanas después, 23 de octubre de 1916, el mismo periódico, Gaceta de Tenerife, en su página 2, hace referencia a la habida en el mismo recinto capitalino entre las formaciones de Santa Cruz y La Laguna, torna el tedio de la primera por el rendimiento de esta otra. Leamos:

“Todo lo que de sosa y aburrida tuvo la lucha del día 8, lo tuvo de interesante la efectuada ayer entro los partidos de Laguna y esta Capital.

Treinta y dos encuentros contamos y fueron notas características en casi todos el orden, la limpieza y la rapidez; algunas de las luchas fueron sensacionales y en general la tarde toda fué un triunfo para el deporte canario que logró mantener durante unas tres horas casi, el entusiasmo y la atención del numerosísimo público.

Consolidó ayer la fama adquirida en poco tiempo Leonardo Morales, y recogió los primeros laureles Rafael Déniz, un magnifico tipo de luchador que asegura una notabilidad para cuando los maestros añadan arte y astucia a su fuerza soberana y buenas disposiciones de Déniz permítasenos la frase puede decirse también que ha entrado por la puerta grande.

Estuvo también afortunado Pepe Delgado y de La Laguna Santana y Eutiquio Valencia.

Ganó La Laguna las 1ª y 2ª luchas y para evitar la desanimación en el partido santacrucero salió Morales para apuntar fácilmente a favor de Santa Cruz tres luchas (3ª, 4ª y 5ª), Morales descansa.

Santana de La Laguna vence a dos luchadores (6ª y 7ª) y cae en la lucha 8ª a manos de Salvador Guerra. Este agarra tres veces con el Hijo de Hipólito siendo vencido el Guerra (9ª) y el Hijo de Hipólito después de vencer en el encuentro 10ª a Clemente se retira.

La lucha 11ª la gana Leonardo Morales.

Francisco González con mucha limpieza añade las 12ª y 13ª a favor de Santa Cruz y se retira satisfecho, y tenemos en el terrero al héroe de la tarde, Rafael Déniz; con poderosas levantadas, reveladoras de una fuerza que causa admiración, gana las luchas 14, 15, 16 y 17, retirándose.

Eutiquio sale a lucha y se retira también después de ganar los encuentros 18 y 19.

Rafael Déniz se encuentra aún con ánimos para vencer en dos luchas más (20 y 21) y se retira definitivamente.

Ricardito, de Santa Cruz, gana la 22 y pierde la 23 que queda igual que la 24 a favor de La Laguna.

Pepe Delgado da en tierra, siendo muy aplaudido, con el vencedor de Ricardito y con Hojita y con el Hijo de Hipólito (26, 26 y 27) y es vencido por Eutiquio en la lucha 28.

Leonardo Morales no quiere quitarse la ropa sin vencer en dos encuentros más (29 y 30), uno de ellos con Eutiquio.

José el Chico, de La Laguna, gana la lucha 31 y a manos de Manuel García pierde la 32, quedando terminada la lucha corrida.

Miel sobre hojuelas fueron los desafíos del final, de los cuales algunos quedaron sin terminar.

Leonardo y Santana quedaron en tabla.

El aplaudido Angelito y el famoso Sopo agarraron cuatro luchas; la segunda fué dudosa, las otras tres, en las que hubo preciosas defensas de una y otra parte, quedaron a favor de El Sopo”.

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