“No tuvo el encuentro de ayer entre Gran Canaria y Tenerife
el interés que el público esperaba, ni el que hizo presumir el comienzo de la
lucha iniciada por El Indio que venció habilidosamente y con admirable limpieza
a su contrario.
Desde la segunda hasta la quinta lucha fueron ganadas por
Gran Canaria haciendo después su aparición sobre el terrero José el Sopo que deja cimentada su fama
venciendo consecutivamente a tres adversarios con luchas de poder y de maestro.
El público ovaciona con entusiasmo al luchador y varios
burgueses espléndidos obsequian con algunos regalos en efectivo a el Sopo que se retira a descansar.
Un luchador de Gran Canaria gana los encuentros noveno y
décimo y es vencido por Celestino.
Las luchas 12ª, 13ª, 16ª, 18ª , 19ª y 21ª quedan a favor
Canaria y las 14ª, 17ª y 20ª por Tenerife.
En la lucha 22ª se presenta el afamado Correa; vence a su
enemigo y es derrotado en la siguiente mereciendo ganarla, pues fué el que
atacó con gran habilidad y poder aunque estuvo desgraciado en el resultado.
Luchas 24ª, 25ª y 26ª las gana Gran Canaria; la 27ª queda
por Tenerife y la 28ª por Gran Canaria.
En todo este tiempo se distinguieron los hermanos Monzón,
luchadores de mucho dominio, siendo derrotado uno de ellos por Guerra, si mal
no recordamos.
Agarran la lucha 29ª el Capitán
y Mandarria; dura poco el encuentro,
pero es de gran expectación; el Capitán
levanta a Mandarria; garabatea este
oportunamente y durante unos segundos sostienen los dos atletas una lucha sorda
de fuerzas enormes en la que resulta triunfante Mandarria.
A vengar al Capitán
sale Emilio Rivero; Mandarria se ve
acosado y no hace otra cosa que mantenerse a la defensiva causando esto algún
disgusto en el público que esperaba algo más de la fama del luchador.
Esta lucha queda en suspenso.
Juan Reyes, por Tenerife, desafía y gana a uno de los Patamochos.
El mismo Juan Reyes derrota a Mandarria quien después de tocar tierra pretendió armar lucha y
como los jueces con mucha justicia no accedieron se retiró disgustado,
suspendiéndose el encuentro por no presentarse más luchadores de Gran Canaria.
Y no hay tiempo ni espacio para hacer comentarios.
La entrada, todo lo que podían desear las Empresas”.
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De la misma luchada hallamos, asimismo, la oportuna
referencia en diario republicano El
Progreso, que en igual fecha, página 2. Hagan ustedes, si les place, la
oportuna comparación entre ambas crónicas:
“Con una entrada grande e intensa expectación se celebró
ayer tarde, en la plaza de toros, la gran luchada entre los bandos de esta isla
y Canaria.
Inauguró la luchada Manuel Mora, de este bando, que derribó
a su rival después de bonita y limpísima lucha. En la siguiente es derribado el
vencedor.
La tercera fué de dos encuentros, venciendo el de Canaria,
aunque se creyó había quedado indecisa. En la cuarta y quinta vencen los
canarios.
Sale el Sopo, que
derriba al vencedor de las dos últimas luchas. Consecutivamente vence a otros
dos luchadores. Su trabajo limpio y elegante, le valió grandes aplausos y
muchísimas pesetas, que le arrojaron algunos aficionados, dejando la fama de
que goza a envidiable altura. Hechas sus tres reglamentarias luchas, se retiró.
La novena y décima son ganadas por un canario, que luego es
vencido por Celestino, quien a su vez es vencido por un canario, que en lucha
consecutiva derriba otro del bando de Tenerife.
Las luchas catorce y quince, son ganadas por Tenerife y la
dieciseis por Canaria.
En la diecisiete lucha a favor de Canaria un luchador de
aquí, que no se le ha permitido hacerlo en el bando de esta isla. El hombre se
enfada y la emprende con su contrincante, promoviéndose un gran escándalo.
Trata de saltar al tendido para ir a dar con un espectador, deteniéndole un
guardia. Se le deja en el ruedo hasta que promueve otro altercado, llevándosele
detenido.
La dieciocho es ganada por Tenerife y la 19 y 20 por
Canaria, siendo el vencedor derribado en la siguiente por uno de Tenerife, y
éste, en la siguiente, por uno del bando contrario, que a su vez es vencido por
Correa, y éste por uno de los hermanos Patamocha,
que vence también en los tres encuentros siguientes, siendo, al fin, derribado
en la consecutiva. En la otra derriba el canario a su rival.
A continuación se presentan Mandarria y Capitán. Este
levanta a aquel, que garabatea al Capitán.
Así se sostienen ambos, cayendo éste.
Emilio Ribero sale a vengar al Capitán. Mandarria solo
se defiende, no venciendo ninguno. Se presenta Juan Reyes. En el primer
encuentro Mandarria solo se defiende
y el otro ataca, sin resultado positivo. Vuelven a agarrarse y es derribado
Mandarria, quien ya en el suelo armó lucha y tiró a Reyes. Como los jueces
dieron, con razón, por vencido a Mandarria,
este se disgustó, negándose los canarios a continuar luchando, quedando los de
Tenerife dueños del terrero.
El público se debe abstener de intervenir, en forma alguna,
en las luchas, pues con sus excitaciones puede dar lugar a cualquier incidente
lamentable.
Al terminar el espectáculo se deben abrir todas las puertas
de la plaza. El jueves habrá lucha en la Laguna".
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A perdonar la extensión, pero creo que merecía la pena. El
próximo lunes, más, porque queda mucho por descubrir.
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